lunes, 15 de agosto de 2011

INVASIÓN - CAPÍTULO 7

       LUNES 18:55HS.
La segunda sirena volvió a sonar y las luces de todas las carpas se apagaron.
Solamente teníamos las linternas para alumbrarnos.
Mis padres estaban callados. Mi madre leía un libro y mi padre un diario viejo. Porque ni siquiera los diarios salían.
Yo solo pensaba como pasó todo de rápido.
Pensaba en mis amigos también, como deberían estar. ¿ Se habrán salvado?. Que será de ellos.
De a poco se hacía de noche y se podían escuchar los solados caminar hacia sus posiciones de defensa.
Me pregunto: ¿ estamos  a salvo aquí?. Lo peor de todo es que en mi cuarto quedo mi celular. Y mi computadora prendida.
De pronto siento un click en mi cabeza. La computadora quedo prendida. El internet conectado. Alguien tiene que estar conectado en la red.
Pero no puedo salir de acá. ¿Cómo puedo hacerlo?.
No quiero irme y volver a perder a mis padres. Tengo que pensar seriamente lo que voy a hacer.
Lo miro a mi padre y le pregunto:¿ mañana iremos a casa a buscar más cosas?.
Mi padre me mira y me hace un gesto de que no, luego me dice: mañana no. Creo que vamos el jueves. Según lo que escuche por ahí.
¡Maldición!. Pensé.
No puedo esperar hasta el jueves, tengo que hacerlo ahora. Mañana no podré irme con el día. Necesito hacerlo hoy. Pero, ¿cómo?. Hay soldados por todas partes. Si salgo de este lugar van a pensar que soy una de esas cosas y me van a acribillar.
Mejor esperare unas hora más para irme. Aunque que buena idea si consigo ropa de algún soldado.
De repente, se escucha una voz que dice: ¡ por favor abran, aquí les traigo comida!.
Mi padre se levantó y abrí la puerta de la carpa. Recibió la comida. Y luego mi madre se sentó junto a el comer.
Yo no tenía hambre. Los miraba estaban felices. ¿ De qué?. Todo estaba mal. Quizas el apoyo entre ellos es más fuerte que esto que está sucediendo.
¿Pensaran que hay esperanza?. Que se les cruza por la cabeza. Ojala pudiera estar como ellos así de feliz.
Sin pensar que va a suceder mañana.
Pero mi madre se da cuenta que estoy mal. Y me dice: ¡tranquilo hijo, todo va a salir. Tan solo pasaron tres días de esto, seguramente el gobierno va a poder arreglarlo!.
Me hizo una sonrisa y me acaricio la cara. Tengo mucho miedo con lo que vaya a suceder. ¿Y si no termina todo bien?, que vamos hacer. Pensaba.
Hay niños, mujeres, ancianos. Por ahora yo pensare como salir de aquí, necesito ir hasta la computadora, alguien tiene que haber en la red. No creo que esto pase en todo el mundo.
Después de pensar esto me acomode en la cama, que era incomodísima para dormir. Tan solo voy a cerrar los ojos por unas horas. Voy a esperar que todo se calme y buscare ropa de algún soldado y me iré hacia mi casa en busca de ayuda por la red.
Ahora tengo que descansar, todavía siento un terrible dolor de cabeza por aquel golpe recibido en el jeep.

                           LUNES 22:15HS.
Abro mis ojos. Busco a mis padre ya estaban dormidos.
Entonces aproveche. Este era el momento. Me levante lentamente. Y camine sin hacer ruido hasta la puerta de la carpa. Abrí  muy despacio. Una vez que lo hice. Me asome para ver que nadie este afuera.
Por suerte ni un fantasma caminaba por alrededor.
Salí. Cerré nuevamente la puerta. Y comencé a caminar, buscando el depósito en donde guardan todas sus cosas los soldados.
Me adentre por las carpas. En algunas carpas se podía escuchar que la gente hablaba, o en algunas niños llorar.
Seguí caminando hasta llegar a donde había si mal no veía. Baños. Entonces fui rápidamente hacia allá.
Entre, el olor era insoportable. No sé porque decidí entrar a este lugar. Tenía ganas de vomitar. Necesitaba aire. Entonces Salí. Y vomite. No pude resistirlo.
De pronto escucho el motor de un jeep, entonces me voy  hacia la oscuridad para camuflarme con ella. Pero el jeep paro y los dos soldados entraron al baño. Este era mi momento. Entonces fui hasta el jeep. Me subí. Y me escondí en la parte de atrás. Me tape con una lona que había para que no me vieran.
Tardaron bastante en volver al jeep. Pero una vez que subieron arrancaron y se pusieron en marcha. ¿A dónde?. No lo sé.
Comenzaron a hablar muchas cosas los soldados. Nada importante. Ni nada que tenga que ver con que lo que estaba pasando en el lugar.
Manejaron y manejaron y manejaron. Ya no podía estar más acá tirado. Lo peor era esos pozos. Me rompían la espalda.
De pronto el jeep se detuvo. Se podían escuchar las voces en eco. Y uno de ellos dijo :¡ ya fue todo por hoy!.
¡Sí!, estaba en un galpón. Seguramente aquí es donde se viste.
Tengo que encontrar la ropa. Espere unos diez minutos a que se vayan, para poder salir y encontrar lo que estoy buscando.
                             LUNES 22:55HS.
Ya no se escucha nadie. Tengo que aprovechar a salir. Antes de que aparezcan alguien. Salgo del jeep y comienzo a caminar por el galpón.
Había muchos vehículos, no solo jeeps, sino también tanques de guerra, camiones, motos.
De pronto me encuentro una puerta. La abro. Y veo que di justo en la tecla. Era el lugar en donde guardan ropa, armas, municiones. Todo lo que se puedan imaginar estaba ahí adentro.
Rápidamente agarre ropa de mi talle para ponerme e irme.
Una vez que logre cambiarme, Salí de ese depósito. Ahora iba a estar más tranquilo para caminar por las afueras. Ya que nadie va a reconocerme. Pero antes de salir, vuelvo y agarro un revolver y balas. Aunque no se usarlas voy a agarrar una. ¿Quién puede decirme algo?, ahora soy un soldado.
                           LUNES 23:40HS.
Ya estoy caminando entre las carpas nuevamente. Necesito llegar al portón de la entrada.
Camine pasando por todo el lugar. Ya me estoy acercando a la entrada. Y puedo ver que hay soldados en la entrada custodiando.
Lo único que espero es que no se den cuenta.
Ya estaba cerca. Uno de los soldados que estaba con una terrible ametralladora, me ve y me pregunta: ¡soldado!,¿Dónde estaba?.
Yo no sabía que responderle. Se iban a dar cuenta.
Como yo no respondía se vuelve a dirigir a mí, pero esta vez con una voz más desafiante.
¡Soldado!, ¿no escucha? O ¿ le comieron la lengua esas cosas que andan por ahí?.
No me quedaba otra cosa que responderle. No levante la mirada y respondí: ¡ no señor!.
Ni bien termine de contestar volvió a preguntarme:¿Cuál es su nombre?.
Ya empezaba a ponerme nervioso y mi transpiración recorría mi cuerpo.
¡ Me llamo, Gustavo!. Dije.
¿Gustavo que?. Me pregunto con un tono de voz terrible.
Y yo no sabía que decir hasta que dije: soy nuevo señor.
Ahí fue cuando la voz de él, cambio.
¡ tú eres de los nuevos!, muy bien sal con el soldado Fernández. Acompáñalo van a hacer un recorrido en el pueblo.
Sí, no lo podía creer iba a ir hacia el pueblo. Esta era mi oportunidad para ir a mi casa.
No dije nada. Espere que venga un jeep con el soldado que tenía que acompañar para hacer el recorrido. Una vez que llego. Me subí y nos fuimos.
                                   DÍA 4.
                         MARTES 00:00HS.
Comenzamos a recorrer la ruta con rumbo hacia el pueblo.
Íbamos los dos callados. Nadie decía nada.
De pronto veo que pasamos por el lugar donde estaba el auto de Gabriel, que ya estaba hecho cenizas.
Al ver el auto ya con sus llamas apagadas, se me vino la imagen de cuando la esposa lo mataba.
No me lo voy a olvidar nunca más.
Salimos de la ruta y nos adentramos en el pueblo. Pero algo andaba mal, solamente nos quedábamos en el centro del pueblo, y mientras lo recorríamos, el con su Handy se comunicaba con la base y decía que todo estaba despejado.
No teníamos que andar por el centro, pensaba. Teníamos que ir para el otro lado, hacia mi casa. No dar vueltas.
Algo tengo que hacer. No puedo estar dando vueltas.
Entonces desenfundo mi arma muy lentamente, sin que me viera. Y lo golpeo en la cabeza.
El jeep se terminó estrellando contra un local de ropa. Por suerte no fue fuerte. Corrí al soldado hacia atrás y me puse en el volante. Di marcha atrás. Cuando pude salir del local, puse primera y arranque a toda velocidad.
Mientras iba manejando mire por el espejo retrovisor y pude ver que venían esas cosas corriendo. Igualmente no iban a alcanzarme, ya que estaban lejos y yo iba en el jeep a toda velocidad.
Tarde tan solo unos minutos en llegar a mi casa. Todo estaba igual que cuando nos fuimos.
Me baje del jeep y entre a mi casa, pero de pronto escucho gritos de esas cosas que andan sueltas. Entonces me apuro a entrar.
¡No!, dije por dentro. Me olvidaba del soldado, no podía dejarlo ahí, si lo veían lo iban a matar. Fui lo cargue al soldado y entre a mi casa. La puerta estaba sin llave, por suerte.
Deje al soldado en un sillón, y me fui para mi cuarto. Por suerte la computadora había quedado prendida e internet conectado.
Me puse a buscar en la red social que formo parte.
Pero nadie había actualizado nada, la última actualización reciente es del lunes a la madrugada.
Pero esa persona no está conectada.
Seguí buscando por el buscador, hasta que di en la tecla.
Había una radio online que estaba transmitiendo, entonces me puse a escuchar. Esta decía:
A todos los oyentes le traemos más información de todo lo que está sucediendo en el país.
Según el presidente, todo está bajo control. Los soldados ya exterminaron a gran parte de las personas infectadas que atacan a los ciudadanos.
Por otra parte, los científicos tratan de estudiar el caso. Pero todavía no hay respuestas.
De pronto escucho una voz que me dice: ¡y tampoco van a tener respuesta!.
Era el soldado que había vuelto. Al escuchar lo que me dijo, le pregunte:¿ por qué dices eso?.
Y él me respondió:¡ es mentira lo que dice el gobierno. Todas las cosas que están diciendo o por lo menos que sabemos nosotros es mentira. Tuvimos demasiadas bajas y los peor de todo es que esas cosas ni bien te muerden te convertís en uno de ellos. Creo que son más ellos que nosotros.
No tenemos controlada la situación. Cuando pensamos que la teníamos, la base que está a unos kilómetros de acá fue arrasada por estas cosas.
De ahí quedamos desorientados.
¿Pero cómo sucedió todo esto?, aproveche a preguntar.
Esto hace tres semanas que comenzó muy lejos de aquí. Trataron de contener esto pero no pudieron. Se expandió muy rápido. No sabes que va a suceder de ahora en más. Ahora no es nada comparado con lo que vi en otro lugar. Y sé que pronto van a llegar. Por eso estamos tan armados en la base y evacuamos a toda esta gente. Por qué a la noche salen ellos. Estamos esperándolos.
No podía creer lo que estaba escuchando. Eso quiere decir que arrasaron pueblos. Es increíble todo esto. Será mejor que vuelva a la base.
Me levante de la silla. Mire al soldado y le dije:¡ vámonos de este lugar, anda en el jeep, yo voy en el auto de mi padre!. El soldado asintió con su cabeza y salió.
Yo por otra parte agarre mi celular, las llaves del auto y cerré todo.
De pronto escucho la voz del soldado que me dice:
¡ Vamos que allá vienen algunos!. Al escuchar esto Salí a toda velocidad de mi casa. Me subí al auto, lo encendí y me fui. Ya el soldado se había ido.
Mientras iba manejando el auto iba tratando de reflexionar en todo lo que me dijo, pero no podía hacerlo.
Entonces, yo tenía razón de lo que pensaba cuando llegue a la base. El lugar no es seguro.                          

No hay comentarios:

Publicar un comentario