sábado, 14 de julio de 2012

SUBESSE IN TENEBRIS!


SUBESSE IN TENEBRIS
(EL RESURGIR DE LAS TINIEBLAS).
PARTE 2.
                       Capítulo 4.
El avión llego a Buenos Aires. Eran las siete de la mañana, hacia calor. Demasiado.
Era como estar en el mismísimo infierno.
Una vez que el cura y el cardenal  bajaron del avión se fueron directamente hacia la iglesia en donde ellos viven, para dejar sus cosas. Luego, saldrán a buscar a la niña y al demonio que la acompaña.
Aunque ellos no saben que el demonio y la pequeña, están en Austria.
Llegaron rápidamente a la iglesia, cada uno se fue a su cuarto para prepararse.
El cardenal, lo primero que hizo fue agarrar las cosas para un exorcismo. Las dejo sobre su mesa de luz y se fue hacia el baño. Una ducha le vendrá muy bien.
Por otra parte, el cura cuando entro a su cuarto se quedo pensando en lo que sucedió arriba del avión. No podía sacar de su cabeza aquellas imágenes diabólicas.
Mientras se sacaba toda su ropa para comenzar a bañarse, pensaba y pensaba. Su mente ya no estaba bien, quedo shockeado por lo que había sucedido.
Lleno la bañara con agua caliente y se metió.
Cerró sus ojos, y descanso un poco. Necesitaba relajarse.
Pero el, no se dio cuenta y lentamente comenzó a dormirse y en su cabeza comenzaron a escucharse voces.
                   -.vigilantibus.-
El cura, abrió los ojos.
Estaba tirado en el pasto, en un inmenso campo.
No entendía como había aparecido ahí.
Trataba de buscar aquella voz, que le dijo que despertara, pero no la encontraba a su alrededor.
Se levanto, y se quedo parado mirando unos minutos todo el lugar. Pensaba o mejor dicho trataba de pensar donde estaba, pero no entendía. En su cabeza, llovían preguntas sin respuestas.
De pronto, visualiza un gran castillo a lo lejos. Y cuando quiso tratar de razonar en donde estaba. Sus piernas estaban en movimiento, rumbo a ese gran lugar.
Iba caminando por un sendero, muy angosto. A sus costados había arboles, tan altos que podían llegar hasta el cielo.
Y mientras mas avanzaba, por delante de él, se cruzaban algunos conejos.
Todavía faltaba mucho para llegar. Pero el seguía caminado sin parar. Hasta que de pronto, ve una árbol de manzanas. Tan rojas que parecían diamantes colgando.
Fue hasta el, y tomo una. Y mientras seguía su viaje iba disfrutando de aquella fruta.
Hizo unos cuantos metros, hasta que se cruzo con una bella mujer.
Era la más hermosa del universo. El cura no podía creer lo que sus ojos veían.
Ella al verlo a él, se quedo parada. Mirándolo directamente a sus ojos.
El corazón del hombre de dios, comenzó a latir con fuerza. Jamás había sentido algo igual.
No sabia que hacer, si saludarla o que.
Cada vez se iba acercando más a ella. Y su corazón latía con más y más fuerza. Y una vez que la tuvo enfrente de él, dijo:
                   -.¡hola!.-
Ella lo miro, no entendía.
                -. ¿No entiendes lo que digo?.- pregunto el cura.
Pero, ella no respondía. Lo único que hizo fue sonreír. Luego lo tomo de la mano y mirándolo a los ojos le dijo:
              -. No digas nada y sígueme.-
La voz de esa mujer, entro en sus oídos. Era la voz de una sirena. Tan hermosa que su mente quedo paralizada. Lo único que le quedo por hacer, fue seguir caminando junto a ella.
Caminaron por todo el sendero sin hablar. Tan solo, cruzaban algunas miradas y sonrisas.
Hasta que después de una larga caminata, llegaron al castillo.
Aquel lugar parecía salido de un cuento de hadas, el castillo era imponente.
Los dos siguieron caminando. Atravesaron un parque gigante, tenía algunas fuentes y flores de todos los colores que una persona se puede imaginar.
La mano del cura no soltaba a la muchacha. Hasta que, de pronto, él le pregunta:
               -.¿hacia donde me llevas?.-
Ella le sonrió y le respondió:
             -. Conocerás  a mi padre, el rey de todo este lugar.-
El cura se quedo pensando. Pero, su mente se distraía con la belleza del lugar.
Luego de caminar, por ese parque enorme. Llegaron a una puerta, la cual era la entrada del castillo.
                -. Tu espérame aquí.-
El, se quedo parado. Mirando para todos lados.
Un poco asustado.
De repente, ve como una especie de guardias que se acercaban hacia él.
Al ver esto, se quedo quieto. Trataba de no mirar, pero inevitable.
Hasta que, uno de los guardias le grita:
               -.!!!heyy, alto ahí!!!.-
El cura se quedo parado y mirando para todos lados.
Pero, cuando quiso darse cuenta los dos guardias estaban ahí.
               -.¿tu que haces aquí?.- pregunto uno de los guardias.
El, no sabia que responder.
          -.creo que le cortaron la lengua.- dijo el otro guardia entre risas.
Pero, el cura fue más rápido que ellos y salió corriendo.
Los guardias, al ver esto. Comenzaron a seguirlo, desvainaron sus espadas y corrían detrás de él.
No paraba de rezar y rezar, pero la ayuda no venia. Hasta que, se adentro en un bosque que estaba cerca.
Corrió y corrió sin parar. Entonces de detuvo, para recuperar el aire.
Pero algo paso cerca de su cabeza, clavándose en un árbol. Era una flecha.
No sabia que hacer, estaba muy cansado. Pero, decidió correr con todas sus fuerzas.
Mientras corría, podía sentir el sonido de las flechas pasando muy cerca de su cabeza.
El, solo rezaba que no se cayera. Si eso sucedía, lo iban a matar esos guardias y todos los que están atrás, ya que ahora hay arqueros.
Pero, la suerte ni dios ni nadie estaba de su lado, ya que una flecha lo lastimo. Dio un grito de dolor y cayo al pasto.
No paraba de gritar, el dolor se había apoderado de él.
Miro su pierna izquierda y vio la flecha clavado en su pierna. De lado a lado estaba.
De pronto, ve que se acercan los guardias que lo corrieron y otros más.
 Trato de arrastrarse pero no podía.
Hasta que, se dio cuenta que ya estaban ahí. Había arqueros apuntándolo y ahí estaban también los dos guardias.
                      -. Déjenmelo a mi.- dijo uno de los guardias.
Con su espada en mano, se acercó al cura.
                    -. No, por favor. No me mate, yo no hice nada.- decía el hombre de dios.
                   -. ¡¡¡Todos dicen los mismo. Pero debes morir!!!.- grito el guardia.
Pero antes de que su espada, corte su cabeza el cura, se despertó en su cama.
                      -.¿que paso?.-se pregunto.
No podía entender como había llegado a su cama.
Miro la hora y vio que faltaban cinco minutos para ir en busca del padre de la niña.
Se levanto de la cama, pero al hacerlo sintió un fuerte dolor en la pierna izquierda y dio un grito.
Se saco la sotana y el pantalón de vestir negro que llevaba y se vio que tenía un agujero y lo peor de todo, es que estaba perdiendo sangre.
Se fue arrastrando hasta el baño, tomo el botiquín de primeros auxilios y comenzó a curarse la herida.
Mientras se curaba, pensó. ¿Qué rayos fue eso que soño?.

martes, 26 de junio de 2012

SUBESSE IN TENEBRIS!


        SUBESSE IN TENEBRIS
(EL RESURGIR DE LAS TINIEBLAS).
PARTE 2.
                         Capítulo 3.
El papa, sintió ese olor que solamente, podría venir de un solo lugar, el infierno.
Pero, no le importo. Y una vez que abrió la vitrina, que contenía a la lanza. Estiro sus manos y la tomo.
En ese momento la miro, era de bronce. Y todavía tenia filo.
De pronto, volvieron las voces a él. No sabia que decían, ni tampoco de quien era.
Lo único que escuchaba, eran como una especie de susurros al odio.
Muchas personas, quisieron tener esta lanza en las manos y no pudieron. Y en este momento, el la tenia.
La miraba, no podía sacarle la mirada de encima a esa lanza.
De repente, se da cuenta, que el olor a azufre es cada vez más fuerte.
Mira para atrás, y no ve nada. Alguien estaba ahí, en ese mismo lugar, pero no se podía ver.
Entonces tomo la decisión de irse de ahí. Dejo la lanza, y salió del lugar a toda velocidad.
Nuevamente caminaba por ese pasillo oscuro, hasta que, alguien apareció.
No se podía distinguir bien, tan solo se veía como una sombra.
Trato de mirar, pero era imposible. Tenia forma de persona, pero no se podía distinguir el rostro, ni las manos. Era todo negro.
Entonces el papa, saco su cruz y comenzó a rezar. Pero esa sombra, no se iba de ahí.
De pronto, pudo ver como avanzaba hacia él.
El papa, no sabia que hacer, y aunque rezara, no le iba hacer ningún daño, a ese demonio.  Si es que era uno.
Rezaba y rezaba, hasta que esa sombra en un abrir y cerrar de ojos, la tuvo frente a el.
No respiraba. No emitía ningún sonido.
Hasta que de pronto, aquella sombra se desvaneció, dejando un silencio que invadió todo el pasillo.
El papa, hizo la señal de la cruz y se fue de ahí.
Camino muy rápido. Tenía miedo. No sabia que hacer. Transpiraba.
Cerró todo como estaba y se fue hacia su cuarto. Pensó. Pero no podía. Todavía tenía esa imagen de aquella sombra que se apareció.
De pronto, va hacia una mesa. Sobre ella, había un teléfono. Lo tomo y marco el número de quien quería llamar.
Un teléfono en un avión privado suena. Era del padre argentino que estaba volviendo a su país, para hacer lo que el papa le pidió.
                   -. Cardinale, buon pomeriggio, io sono Giovanni Paolo V. Devo dire qualcosa di importante.-
                   -. Si, mi dica. Cosa é successo?.- dijo el cardenal.
                  -. Sono andato nella camera dove le cose sono sacre. Cose che solo visto i cavalieri Templari.- respondió el Papa.
                   -. Signore, tu sai che solo  i discendenti dei cavalieri puó entrare. Che era li?.- pregunto el Cardenal muy preocupado.
                 -. Non lo so. Ma qualcosa é successo quando sono andato.- respondio el papa con voz muy nerviosa.
                -. Cosa é successo?.- pregunto con una voz mucho mas preocupada el Cardenal.
                -. Apparve un´ombra mi si avvicinó. Trascorso pochi secondi. Ma poi scomparve.- dijo Juan Pablo V.
                -. Ti sentí bene?. Non suona molto di buono da dire.- le dijo el Cardenal.
Una vez que el Cardenal, dijo esto ultimo. Solamente se escuchaba la respiración del papa.
               -. Voglio al piú presto, trovare il demonee ucciderlo. Tempo non molto sinistra. Fermare tutto questo, il vaticano non é piú un luogo sicuroe Dio  non ha alcun potere  su di noi, che ci protegge.- dijo el Juan Pablo V.
                -. Bene signore, ci sono poche ore di Argentina. ma noi dormire e la prima cosa alla ricerca  del diavolo.- respondio el Cardenal y espero a que el Papa dijera algo.
                 -. Non puó riposare, il diavolo non riposa mai.- dijo el Papa con un tono de orden.
                -. Se, appena arriviamo, inizieremo la nostra ricerca e che hanno notizie.- respondió el Cardenal.
Una vez que termino de hablar con Juan Pablo V. corto el teléfono que tenia el avión privado.
Se quedo pensando tan solo unos segundos, el padre que venia sentado al lado de él, lo miraba. Tratando de saber algo.
De pronto, el cardenal mira al cura y le dice:
               -. El papa fue a la sala donde están las cosas sagradas.-
               -. ¿Qué?, el, sabia que no puede entrar. Solo los descendientes de los caballeros templarios pueden entrar a ese lugar.- dijo el Cura.
              -. Si, él lo sabe. Pero tiene la llave del lugar.- dijo esto y el cura lo interrumpió.
             -. Si, pero las leyes del vaticano, dicen que solo ellos puedan entrar a ver esas cosas. Solo ellos.- dijo el cura con voz de enojado.
             -. Él, lo sabia a eso, pero algo le sucedió cuando salió del cuarto.- dijo el Cardenal.
            -.¿que sucedió?.- pregunto el Cura.
            -. Una sombra apareció y estuvo frente a él. Y dice que el vaticano ya no es un lugar seguro, dios ya no nos protege.- dijo el Cardenal, mirándolo directamente a los ojos.
Los dos se quedaron pensativos. No dijeron ni una sola palabra los dos.
Estuvieron así unos segundos, hasta que el Cardenal siguió leyendo y el cura se recostó en el asiento y cerro los ojos.
Pasaron unos cuarenta minutos cuando el cura, abrió los ojos y vio al cardenal que estaba durmiendo, todo el avión estaba callado.
De pronto, le dieron ganas de ir al baño. Entonces se para y camina hacia él.
Hace unos cuantos pasos, pero nota algo extraño afuera. Se acerca a la ventanilla y ve una especie de neblina. Ni siquiera se podían ver, las alas del avión.
Pero sus ganas de ir al baño, hicieron que deje ver hacia afuera.
Camino rápido por el pasillo hasta llegar a la puerta del baño. Entro y comenzó a orinar.
Luego, tiro la cadena y se lavo las manos. Se miro en el espejo unos minutos y salió.
Pero, cuando abrió la puerta se encontró con todo el avión con las luces apagadas. ¿Qué es lo que sucede?, se pregunto.
Hizo unos pasos, nada más. Porque el avión comenzó a sacudirse.
Al ver que comenzó a suceder esto, fue rápido hacia donde estaba el cardenal. Pero, de pronto, por las ventanas se veía una luz roja. Aunque vio eso, tan solo siguió su camino, hasta llegar a ver al cardenal.
                 -. ¡¡¡Nooooooooooooooo!!!.- grito el cura.
El cuerpo del cardenal, estaba todo mordido, como si hubiese sido atacado por leones.
El cura se desespero, no sabia que hacer.
Pero, de pronto, algo sucedió. Su cuerpo se elevo, como si estaría volando.
Su cuerpo en el aire, giro hasta que dar mirando hacia la cabina del avión.
No sabía que era lo que estaba sucediendo.
Pero desde la cabina del avión salió aquel hombre de blanco, que seguía a Sara en sus sueños.
El cura, se quedo con la boca abierta al ver a ese hombre, ya que sabía quien era.
              -. Tua stupri. Sunt cecidit ángelus. Si occideritis me curo. ego ad caelum.- dijo el cura.
            -. An tu in coelo. Ego percutere te in inferno.- respondió Lucifer.
Pero, de repente, una luz blanca gobernó el avión. Y lucifer tapando su cara fue retrocediendo.
            -. Non quidem regere animas.- dijo Lucifer, mostrando sus ojos rojos de ira.
Luego, el cura abrió los ojos y se encontraba tirado en el piso. El cardenal, tenia una cruz en la mano derecha y en la izquierda agua bendita.
           -.¿estas bien?.- le pregunto el cardenal.
El cura, tan solo movió la cabeza dando a entender que si.

martes, 10 de abril de 2012

SUBESSE IN TENEBRIS.

        SUBESSE IN TENEBRIS
(EL RESURGIR DE LAS TINIEBLAS).
PARTE 2.
                       Capítulo 2.
El cuerpo del cura, fue enterrado en el cementerio que está en el interior del vaticano.
Nadie de los que estaban ahí, podían creer lo que había sucedido. Un demonio estuvo en el vaticano, y nadie se dio cuenta.
Eso quiere decir, que dios no tiene tanto poder como para  rechazar a estas fuerzas malignas.
Luego del ritual que se llevó a cabo con el cuerpo del cura. Todos se dirigieron hacia la sala principal. Ahí esperaron unos minutos hasta que aparezca Juan Pablo V.
Ninguno decía nada, nadie se atrevía a decir algo.
De pronto, se abre una puerta e ingresa el papa.
                   -. Cari fratelli, vi dico, che cosa é succeso il giorno della data. Dobbiamo essere piú vigili che mai. Quanto é succeso oggi non lasciare queste quattro mura, uno deve sapere cosa é suceso all´interno del vaticano. Siamo tutti d´acordo?.- dijo Juan Pablo V.
Todos con sus cabezas dijeron que si.
Luego comenzaron a retirarse, ya la reunión había terminado.
Pero el papa, llamo al cardenal y al cura argentino.
                  -. Si prega di voi fratelli restare qui un secondo.-
Al escuchar esto, los dos se acercaron lentamente.
                   -. Si, signore vuoi dirci?.- pregunto el cardenal.
                  -. Voi siete gli unici che pessono fermare tutto questo. Si prega di fare tutto il possibile in modo che in questo mondo comincia a gobernare la morte.-
                 -. Lasciare che la nostra vita, che ció non accada.- dijo el cura.
Luego, los dos se fueron lentamente. Salieron del vaticano, y se dirigieron al mismo auto que los había llevado cuando llegaron.
Se subieron y se fueron rumbo al aeropuerto internacional de Italia.
Ninguno de los dos, hablo de lo que había sucedido en el vaticano.
Estuvieron callados hasta que el avión despego.
Tuvieron algunas charlas, pero el tema del apocalipsis no se hablo.
Hasta que de pronto, el cura le pregunta al cardenal:
                    -. ¿Podremos detener esto?.-
El cardenal se quedo pensando, hasta que respondió:
                    -. Haremos todo lo posible para que eso suceda.-
Mientras tanto, en el vaticano el papa estaba sentado solo en la gran sala de reunión. Pensando y mirando por la ventana al mismo tiempo.
Mira, aquel paisaje de película de terror, el cual era, un cielo cubierto de noves negras que se movían, por el viento fuerte que había y El frio azotaba muy fuerte al viejo continente.
Ve, como la gente sigue su vida. Su rutina diaria, sin saber que algo sucederá. Solo se podrá detener, si el cura y el cardenal, encuentran al demonio que busca la lanza del destino.
De pronto, el papa se para de su asiento, y comienza a caminar hacia la puerta de salida. La abre y sale de la sala.
Camina unos cuantos pasos, hasta llegar a su oficina. Abre la puerta y entra. Luego va hacia su escritorio y abre un cajón que se encontraba del lado derecho. Ahí, encuentra una llave de oro. Tenia grabada en ella una cruz invertida.
El papa tomo esa llave y se fue.
Una vez que salió, camino por un pasillo largo, hasta llegar a unas escaleras que llevan hacia las profundidades del vaticano. Mientras mas bajaba, más oscuro se ponía el camino. Aunque había algunas antorchas, le costaba ver donde pisaba.
Camino, hasta toparse con el final de aquel pasillo. Ahí fue donde encontró una puerta de oro puro.
En ella había una grabación que decía:
                            LONGINO.
Despues de leer esto, se acercó e introdujo la llave en la cerradura. Una vez que la puerta, ya estaba sin su seguro. Empujo la puerta e ingreso.
El cuarto era grande, había muchas cosas, que nadie vio jamás. Ni siquiera, él había visto todo esto, a pesar de ser el mismísimo papa.
Este lugar contiene lo mas sagrado de la historia de la religión, cosas que todos quisieron tener algún día y que armaron guerras y crearon armas para poder llegar a ellas, sin que nadie se interponga.
Había cuadros pintados de los caballeros templarios, cuadros en los que estaban grabadas aquellas batallas, por estas cosas. Pero había un cuadro justo en medio, que era del hijo de dios, ya en su cruz.
Estaba sorprendido al ver esto, y aunque el tenia la llave de este lugar, era prohibido su ingreso. Solo los descendientes de los caballeros templarios, tienen acceso.
Pero algo recordó el. Hay una ley que dice:
              -. EN EL CASO DE QUE LAS COSAS MAS SAGRADAS Y PODEROSAS CORRAN PELIGRO, DEBERÁN SER RETIRADAS, POR AQUELLOS QUE TENGAN LA LLAVE.-
Entonces, sonrió y siguió avanzando.
No miraba hacia adelante, tan solo para los costados, hasta que, de pronto, se encontró con lo que buscaba.
La lanza del destino, estaba frente a él. Detrás de una vitrina de vidrio se encontraba  y al lado de la lanza también había cosas, que tan solo el, vera.
El santo grial, el santo sudario, la corona de espinas que Jesús tuvo en su cabeza, el pañuelo con la cara dibujada con la propia sangre del hijo de dios, que perteneció a la verónica, con el cual limpio su cara, cuando cayo por sexta vez, mientras llevaba su cruz.
Y por ultimo, estaba la cruz. La verdadera, junto con ella estaba los clavos, que se podían distinguir que aun tenían sangre.
De pronto, giro su cabeza, y encontró dos libros, sus títulos estaban escritos en hebreo, están decían:
                   יהודה איש קריות בברית (testamento de Judas).
            הרצון של מריה מגדלנה  (testamento de María Magdalena).
Al ver esto, quedo sorprendido y mas aun cuando vio un libro que decía:
                 הסיפור האמיתי של ישו. דווח על ידי מרי השליחים המגדלית ומרים הבתולה. (La verdadera historia de cristo. Relatada por los apóstoles, María Magdalena y La virgen María).
Tomo este libro, y tan solo leyó algunas hojas. Hasta que una lagrima corrió, por su mejilla, y lo dejo.
Seco su lágrima, nuevamente fue hacia donde estaba La Lanza. La verdadera lanza.
Pero, algo comenzó a sucederle al papa. Escuchaba una voz, no sabia de donde venia.
Mira atrás del para ver si había algún guardia, pero nadie había.
Para quedarse mas tranquilo, fue hasta la puerta y se asomo, pero nadie se veía en el pasillo.
Pero sus ojos notan algo, ven una figura. Trata de buscarle la forma. Es como una sombra, que se mueve para todos lados.
De pronto, esa sombra desaparece.
Hizo la señal de la cruz, y volvió a entrar al cuarto. Aunque esta vez, fue rápido hacia la lanza.
Con la misma llave con la que abrió la puerta, abrió la cerradura de la vitrina, que contenía a la lanza.
Tan solo tenia que tomarla. Pero, de pronto, el lugar se vio invadido por olor a azufre.

martes, 27 de marzo de 2012

SUBESSE IN TENEBRIS

           SUBESSE IN TENEBRIS
 (EL RESURGIR DE LAS TINIEBLAS)
                  PARTE 2.
                  Capitulo 1.
En el momento del nacimiento de Zabut, la tierra se fue gobernando por las tinieblas. La oscuridad había invadido el planeta. Casi todos los volcanes, hicieron erupción y el olor a azufre era insoportable. Se podía oler, hasta en los países donde no había volcanes.
Todo estaba perdido. Todo se complicaba cada vez más.
La humanidad no entendía, que estaba sucediendo.
En todos lo canales de televisión, estaban hablando de los cambios del clima en el mundo. Explicaban por qué sucedían los cambios de temperatura extrema, que golpeaba al planeta.
En Europa, el frio era terrible, algunos lugares tenían casi sesenta grados bajo cero, mientras que en los lugares donde el verano estaba presente, sufrían calores de hasta casi sesenta y cinco grados.
Mucha gente murió por este cambio, rotundo que dio el mundo.
Algunos hablan del  “apocalipsis”, aquellos programas de religión, dicen que tenemos que estar preparados para lo que pueda llegar a pasar.
Con todas estas cosas, las personas comenzaron a sentirse un poco paranoicas.
Algunas se suicidaron, otras que pertenecían a sectas tan solo, se encerraban con todos los de su religión en especies de sótanos, en donde los pasillos que llevaban al interior del lugar, terminaban como a unos cuarenta metros de profundidad. Estos, hacían eso para que, cuando llegue el famoso “apocalipsis”, el ángel del mal no los encuentre.
Todo era una revolución de miedo. Ya casi no había gente en las calles, todos estaban encerrados en sus casas rezando y otros esperando.
Pero mientras tanto, en el la ciudad del vaticano todos estaban reunidos nuevamente, después de lo sucedido en Austria.
Estaban todos reunidos, en la sala principal de la gran catedral, esperando a que llegue el papa, Juan Pablo V.
Nadie emitía un sonido en el lugar. Nadie se miraba.
De pronto, se escucha en un radio de uno de los hombres que custodia la puerta de entrada del lugar, que dice:
                         -. Aprire le porte al papa.-
Al escuchar esto, todos miraron hacia la puerta; la cual se abrió muy lentamente, hasta que en un parpadeo el papa estaba con ellos.
                     -. Fratelli buon giorno.- dijo Juan Pablo V.
Al escuchar esto, todos le respondieron como si fueran un coro de iglesia.
              -. Buon giorno, signore.-
Luego, todos siguieron con la vista a Juan Pablo, hasta que se sentó.
Ellos vieron que el, tenia unos papeles en sus manos, pero nadie se atrevió a preguntar.
Una vez que se acomodó, dijo:
                   -. Beh, sappiamo tutti perché siamo qui reuniti.-
Otra vez el silencio gobernó la sala.
Luego de unos segundos continuo.
                    -. Si sa che la lancia che era a Viena é stato rubato, ma non so da chi.-
Todos con sus cabezas, dijeron que si sabían lo que había ocurrido.
 Al ver que todos asintieron con sus cabezas, Juan Pablo V, agarro sus papeles. Se puso los anteojos y comenzó a hablar.
                      -. Come tutti sappiamo, qualcosa accadrá. Ma non ora, ma nel 2012. Questo é l´anno che si verificherá la famosa “apocalisse”. Non sappiamo se questo é vero, dobbiamo essere moltto attenti. Sono stati inoltre pensando che avrebbe potuto essere solo ladri che vogliono fare qualche soldo con quella lanciache é a Vienna e hanno rubato.
Ma, non sai che qualcosa é accaduto in un paese del sud America. c´era un problema. Ho ricevuto una informazione che alcune persone di quella cittá, una ragazza portano in grembo ad un demone. Uno dei piú potente dell´inferno. Ha cercato di farmare queste persone ma non poteva. Quello che pensó, é che queste persone dovrebbe essere cercato.-
Nadie dijo nada después de escuchar esto. Pero, un cura rompió el silencio y le pregunto al papa:
           -. allora quello che stai dicendo che queste persone potrebbero diventare che ha rubato la lancia?.-
Al escuchar esta pregunta, Juan Pablo V, miro al cura y después de un suspiro, dijo:
                      -. Se, signori. Dobbiamo  essere vigili. Si sa che lance é vero qui. Dobbiamo difendere fino alle ultime conseguenze. Indipendentemente.   
  Todos seguían sin hablar. Juan Pablo V, movía los papeles que tenia en sus manos de un lado para el otro. Hasta que de pronto, él dijo:
                        -.qui ho in mio possesso, il nome del paese di dove queste persone sono. Dopo  la fine del paese dicono, voglio che non appartengono alzarsi e andaré fuori.-
Estaban atentos, todos querían escuchar que país seria el que tuvo a estas personas portadoras de demonios.
Juan Pablo V, acomodo las hojas en sus manos y dijo:
                     -. Argentina.-
Todos los ojos miraron a uno de los curas, y a los cardenales de ese país.
Luego de mirarlos, todos los que no pertenecían a Argentina, se levantaron y se fueron. Dejando solo, al cardenal y al cura Argentino.
Los dos se quedaron mirando a Juan Pablo V, esperaban a que él diga algo.
Y así fue, el papa dijo:
                   -. Molto bene, molto bene. Chiedo un favore. Una sola e io la rispetto.-
El cardenal del país de América del sur, pregunto:
                       -. Si, signore.-
Luego de escuchar esto, Juan Pablo V, sonrió y dijo:
                           -. Voglio cercare queste persone, non é  come andare a trovare, ma voglio che tu trovare e quando devo informarmi. La lancia che abbiamo in nostro, é l´unico che li puó distruggere. divenne chiaro?.
                         -.si, signore. Faremo del nostro meglio per trovare quelle persone.- respondió el cura.
Luego de que Juan Pablo V, les dio la orden de encontrar a estas personas, los tres salieron hacia la sala del lugar.
Todos estaban callados. Miraban como buscando aquellas palabras que juan pablo V dijo.
                      -. Molto bene, signori. Aspetteró qualche informazione su quello che succede, rimanete sintonizzati.- dijo el papa.
Pero, de pronto algo sucedió. Uno de los curas que estaba ahí. Comenzó a sentirse un poco extraño.
Se tomaba la parte del estomago, parecía que le dolía.
Algunos lo miraba, otro trataban de ayudarlo. Pero, él se quejaba mucho. Lo único que decía era:
               -. Stare lontano, fratelli. Fuori di qui.-
Esas fueran las únicas palabras; ya que luego de decir esto, cayó al piso. Largando de su boca, espuma blanca.
Todos se quedaron callados. Tan solo miraban al cura.
Mientras que un hombre de seguridad, llamaba a una ambulancia.
El papa también lo miraba, y pensaba que le podía haber sucedido.
Pero de pronto, algo sucedió. El cura que estaba tirado en el piso se levanto, con sus ojos cerrados.
No se movía para nada.
Hasta que sus ojos se abrieron y todos vieron que eran rojos como la lava de un volcán.
El papa al ver esto, comenzó a rezar. Y todos los demás lo acompañaron.
Mientras que los de seguridad sacaron sus armas y estaban dispuestos a disparar contra el.
Todos rezaban al mismo tiempo. Pero una voz del interior de aquel cura, se hizo escuchar.
                 -. Clausa, ineptum. Bonum nihil.-
Uno de los curas que estaba ahí, trago saliva.
El silencio había invadido el lugar. Pero el papa, le dijo:
                    -. Qui sunt bovis?.-
Al escuchar esta pregunta, el cura que estaba poseído comenzó a reír sin parar, con una voz que todos sabían que provenía del infierno.
De pronto, callo. Y comenzó a elevarse, hasta quedarse a unos treinta centímetros del piso.
Luego se tiro a toda velocidad contra el papa.
Lo agarro del cuello y lo levanto.
Nadie podía hacer nada. Tan solo los de seguridad apuntaron hacia donde estaba el poseído. Pero el papa les hacia seña con una mano para que no disparen.
                   -. Hoc est in principio.- dijo aquella voz.
Luego comenzó a ahorcar al papa, pero los hombres de seguridad, no disparaban. Hasta que se escucharon siete disparos, los cuales hicieron que el cura poseído caiga, al suelo con el papa.
Todos se acercaron rápidamente, levantaron al papa, y vieron que el cura poseído estaba muerto.
                       -. Fratelli, si trovano a essere vigili. Ora piú che mai.-
Luego de decir esto, los guardias de seguridad se llevaron al papa. Mientras que los demás se quedaron ahí mirando el cuerpo del cura que había sido poseído por un demonio.