lunes, 27 de enero de 2014

Desde el cielo


Desde el cielo.
Parte 8.
Viernes 21 de diciembre 2012.
10:30 hs.
Me vuelvo a despertar. Despues del día que tuve ayer. Agradecí a dios y a la virgen de que vuelvo abrir los ojos para ver este maravilloso mundo.
Antes de ir al baño recé y una vez que lo hice me fui al baño a darme una ducha, hoy iba a ser un día caluroso.
11:15 hs.
Fui directo a la cocina, ahí estaba mi familia. Sentados desayunando.
Salude uno por uno, luego fui a la heladera, saque la leche, tome mi cereal de la alacena y luego me senté junto a ellos y me puse a desayunar.
Mis padres y mi hermana me miraban.
                                                 -.¿Qué?.- pregunte.
Pero no me dijeron nada. Estábamos en silencio. Hasta que dije:
                                               -. Ayer fui a la iglesia y me hizo muy bien. Creo que ustedes deberían ir. El cura hablo sobre todo lo que está ocurriendo. Y creo que llegue a una conclusión.- dije esto, mientras mis padres y mi hermana me miraban con los ojos abiertos estupefactos.
                                               -.¿ cuál es tu conclusión hijo?.- pregunto mi padre.
                                               -. Dios está por venir muy pronto con su hijo Jesús y los buenos seremos llevados al paraíso y los malos, vos sabes.- dije haciendo con mi dedo pulgar hacia abajo.
Mi familia me miro y no me dijo nada. Hubo un silencio de tumba.
Pero mi padre me dijo:
                                              -. Ten mucho cuidado, hijo. Creo que debes reflexionar, mirar, leer, no puedes encerrarte con una sola idea.-
Yo lo mire, enojado. Me levante y me fui. Dejando mi desayuno en la mesa sin terminar.
12:30 hs.
                                             -. ¡Maxi!, a comer.- me llamo mi madre.
Pero, yo estaba enojado. Por lo que me dijeron.
Tan solo me quede acostado, mirando al techo. Hasta que me dormí nuevamente.
17:00 hs.
Un sonido de me despertó. Trate de abrir los ojos, pero no podía, el sonido se hacía escuchar fuerte.
Me levante como pude y me asome a la ventana de mi cuarto.
Vi a mi madre, a mi hermana y a mi padre. Mirando hacia el cielo.
Era la trompeta del apocalipsis que se hacía presente.
Corrí con todas mis fuerzas, hasta afuera. El cielo seguía azul como el mar.
Mire y no había nada. Solo se escuchaba el sonido.
Algunos pájaros volaban en el cielo, pero nada más había.
Sonaba y sonaba, mis padres miraban para todos lados pero no había nada que ver.
Una vez más sonó, luego solamente el canto de las aves se escuchó.
Mi familia se quedó ahí, yo también.
Mirábamos el cielo, y yo pensaba que EL, muy pronto vendrá a salvarnos.
21:00 hs.
                                       -. Nuevamente se hizo escuchar otra trompeta, ya van tres, solo faltan cuatro más para que se cumpla lo que la biblia dice. El vendrá y se llevará a todos aquellos libres de pecado, mientras que los pecadores se quemaran en la tierra, porque andera en llamas y Lucifer los azotara y serán sus esclavos por el resto de su vida hasta la eternidad.- dijo el cura.
Yo, sostenía un rosario que perteneció a mi abuela. Me lo había regalado hace mucho, cuando yo era niño. Recuerdo que cuando me lo obsequió me dijo:
                                       -.”Esto te va a proteger, y nadie podrá hacerte daño, siempre que lo necesites, llévalo “DIOS” estará contigo.”-

Lo agarraba fuerte con mis dos manos y rezaba. No podía dejar de hacerlo.
El cura, seguía diciendo todo lo que les pasaría a los pecadores, yo solo cerraba los ojos y rezaba.
Algunas de las personas lloraban sin parar. Y repetían: Señor perdóname por mis pecados, no quiero morir aquí en la tierra, libérame.
Yo, no quiero quedarme acá en la tierra y ser esclavo de Lucifer. Nunca peque.
No creo que lucifer me tome a mi como su esclavo junto a los demás pecadores.
22:00 hs.
La misa ya había terminado, todos estábamos saliendo. Cuando algo ocurrió.
El sonido, las trompetas, otra vez.
Todos miramos al cielo. Pero nada ocurría.
Algunos se hacia la señal de la cruz y rezaban. Yo tan solo miraba.
Se escuchaban muy fuertes, más que la primera vez. Ya van cuatro veces que suenan desde el primer día.
Se está acercando el fin.
De pronto, el cura salió y dijo:
                            -. No teman, el salvara a todos ustedes, están trompetas significan el fin de aquellos pecadores y el comienzo de algo mejor para ustedes. Estas trompetas significan que falta poco para que ustedes vayan al paraíso para estar junto a su padre, su verdadero padre y creador de la tierra y de todo lo que camina en ella.-
Las personas que estaban ahí, agradecían a dios. Ya falta poco para que venga, ya falta poco, y sé que a mí me va a llevar junto a él.
23:30 hs.
El día paso muy rápido, pasaron muchas cosas por mi cabeza.
Toda mi familia ya estaba durmiendo. Cenamos como hace tanto que no lo hacíamos. No se habló del tema iglesia en la mesa. Tan solo nos reímos y recordamos buenos momentos todos juntos.
Esperemos que mañana sea mejor que el día de hoy.
Mañana comenzare a prepararme para la llegada de EL.
Sé que me llevara a mí también, junto con mi familia.
Rece y me acosté.

Cerré mis ojos. Ya estoy durmiendo.

miércoles, 22 de enero de 2014

Desde el Cielo


Desde el cielo.
Parte 7.
08:30 am.
Calor. Otra vez calor.
Me desperté con las sabanas pegadas en mi cuerpo, era increíble. A veces odio el calor, por estas cosas. No se puede dormir bien.
Me quede en la cama con los ojos cerrados, para ver si podía otra vez encontrar el sueño. Pero, no. Era imposible.
Me levante y me fui al baño, como todos los días. Pero en vez de lavarme la cara y todo lo que viene detrás de él, me metí directo a la ducha y me bañe. Estaba completamente sudado.
09:00 am.
Después del baño que me di, me fui a desayunar.
Tome mi querido cereal de chocolate con leche fresca.
Mis padres ya se habían ido, hoy salieron un poco más temprano que ayer.
Prendí la radio, pero cambie el dial que mis padres escuchan. Busque algún programa hasta que encontré una radio en donde solo pasan música.
No tenía ganas de andar escuchando las noticias. Seguramente hablaban de lo que paso ayer. Matan a las personas con eso. Queman cerebros. Siguen y siguen sin parar. Pasa con todo.
Por eso preferí escuchar otra radio.

09:45 am.

Ya termine de desayunar y estaba preparado para ir a comprar algo para comer al mediodía.
Tome mis llaves, y me fui hacia el supermercado.
La mañana estaba perfecta. Con mucho calor, pero el cielo estaba celeste como el océano.
Algunos vecinos ya estaban levantados, regando la vereda.
Mientras iba avanzando mis vecinos me saludaban.
De pronto, recuerdo que iba a llamar a mi hermana para saber cómo esta. Entonces saco mi celular del bolsillo, la busco en lo contactos y la llamo.
El teléfono sonaba, pero no atendía. Corto y vuelvo a llamar.
De repente, ella me atiende.
                                  -. Hola, Lucrecia.- digo.
                                  -. Hola Maxi, ¿Cómo estás?. Iba a llamarlos hoy, para saber cómo están, después de todo esto que está pasando.- dijo mi hermana.
                                 -. Estamos bien por suerte. Tratando de no ver las noticias. Vuelven loca a la gente.- dije.
                                -. ¡¡¡jajajajaja!!!, yo también hago lo mismo. Avisa a mamá y a papá que voy a ir mañana a casa.-
                               -. Está bien, le voy a decir ni bien lleguen de trabajar.-
                               -. Bueno Maxi, corto porque estoy ocupada. Mañana nos vemos.- dijo mi hermana.
                              -. Dale un beso.- dije mientras cortaba.
Me quede pensando un momento en mi hermana, hasta que me di cuenta que estaba parado en la puerta del supermercado obstruyendo el camino de las personas que venían a comprar.
Ya estaba dentro del lugar. Había mucha gente. Todos hablaban al mismo tiempo, era una locura, parecían loros.
Comencé a caminar hacia el sector de congelados, donde iba a encontrar unas ricas hamburguesas para almorzar hoy.
Cuando llego a ese sector, había dos señoras mayores hablando. Estaban muy entretenidas charlando.
Yo tan solo miraba precios y miraba las marcas de las hamburguesas. Pero mi oído era más curioso. Entonces comenzó a escuchar.
Estaban hablando de lo que sucedía, hablaban del fin del mundo.
Por dentro pensé, toda la gente que no es de esta época, piensa que es algo del diablo o lo que fuere. Todo se relaciona con el señor de las tinieblas.
Seguían y seguían hablando.
Hasta que de pronto, me dice una de las dos:
                                      -.joven hoy habrá misa, vaya. Pida a dios que cuide a sus seres queridos y que lo proteja a usted de Lucifer.-
Yo me la quede mirando, no parpadeaba. No sabía que responderle. ¿Qué le puedo decir?.
Hasta que después de tantas cosas que se me cruzaron por la cabeza, dije:
                                   -. ¿a qué hora es señora?.-
                                   -. Es la última misa, a las 21:00 hs, lo vamos a estar esperando.- dijo, luego se dio vuelta y siguió hablando con la otra mujer.
Yo me quedé estupefacto, ¿por qué a mí?, me pregunte.
Pero no le di mucha importancia y seguí con mis compras aunque, si decidí a que hoy iba a ir a la iglesia.
11:30 hs.
Ya había llegado a mi casa. Estaba cansado. Aunque debo admitir, sigo pensando en lo que me dijo esa señora.
Seguramente mis padres no querrán saber nada en ir a la iglesia, pero yo sí. Me llama la atención el saber que dirán ahí adentro con todo esto que está sucediendo.
De pronto, mi estómago hace ruido. Llego el hambre. Voy a comer.
13:00hs
Termine de comer. Estoy súper lleno y me dieron ganas de dormir y eso es lo que haré.
Me levante, camine hasta mi cuarto, y me tire en mi cama, y tan solo cerré los ojos, sin pensar en nada.
16:30 hs.
Mis ojos están abiertos. El teléfono no paraba de sonar. Trate de despabilarme pero ese sonido no me dejo y tuve que levantarme. Fui hacia el teléfono y conteste.
                                   -. Hola. ¿Quién habla?.- dije.
                                  -. Soy yo Maxi, te quería avisar que ya estoy yendo para casa. Decidí ir hoy mejor. Llegare quizás para la cena, no le digas nada a mamá ni a papá. Quiero darles una sorpresa.- respondió mi querida hermana.
                                -. Muy bien te esperamos.- respondí, luego ella colgó.
16:50 hs.
Hacía mucho calor afuera. Decidí a cambiarme e ir a la pileta para refrescarme un poco.
Salí afuera y camine hacia el patio. Mientras lo hacía, podía ver las ventanas tapiadas de mi vecino. ¿Que estará pasando ahí adentro?, me pregunto. No se escuchaba ningún ruido. La casa estaba silenciosa.
Pero, de pronto, dejo de mirar. Seguro que deben estar mirándome como miro hacia su casa por las hendijas de las maderas.
Lo más importante ahora es refrescarme en la pileta.
17:35 hs.
Estaba acostado en la cama inflable que tenemos para la pileta. Miraba el cielo. Como buscando algo, alguna respuesta a todo lo que está pasando acá. Pero no, no encuentro respuesta.
El cielo estaba celeste, no había ninguna nube en él. Como aquel día, cuando se escuchó aquel sonido extraño.
17:45 hs.
Ya era hora de salirme de la pileta.
Tomo mi toalla y comienzo a secarme.
De pronto, siento que algo me pica la pierna derecha. Miro y tenía como una especie de mosca tomando de mi sangre. Con mi mano derecha la mato.
Un tábano, pensé.
Pero otra vez estaba sucediendo, como apareció ese, vino otro y otro y otro. Tenía muchos en mi cuerpo y me estaban picando, todos al mismo tiempo.
Trate de espantarlos con mi toalla, pero cuando espantaba algunos venían otros. Comencé a correr y lo primero que hice fue zambullirme en la pileta. Todos los que tenía estaban en el agua.
Me sumergí en el agua, todo mi cuerpo estaba picado y dolorido.
Ya no aguantaba la respiración, pero lo bueno es que estoy mojado, podre salir de la pileta y correr hacia el interior de mi casa. Debo tomar coraje o sacar mi cabeza del agua, tomar aire y volver a sumergirme.
Abrí los ojos debajo del agua y vi lo que pasaba, era una nube negra de esos insectos. Pero, ya no lograba aguantar. Debo salir del agua.
10,9,8,7,6,5,4,3,2,1. Estoy fuera de la pileta y ahora voy corriendo hacia el interior de mi casa. El ruido era insoportable, se podían escuchar a todos los insectos volando al mismo tiempo.
Mientras corría, sentía como me los chocaba no solo con la cara sino con el resto de mi cuerpo.
Podía escuchar gritos de personas que se mezclaban con el sonido de los insectos.
Pero, por suerte, lo logre. Llegue a la puerta. La abrí, entre. La cerré. Y me tire en el suelo. Respirando. Pensando, ¿cuándo se terminara esto?.
18:30 hs.
Las marcas de las picaduras ya se notaban en todo mi cuerpo. Tenía picaduras en la cara también. Dolían mucho.
De repente, suena el teléfono. Voy y contesto:
                                 -.hola.-
                                 -. Maxi, ¿estás bien?, soy mamá.-
                                 -. Si, justo estaba en la pileta. Me picaron algunos, pero estoy bien.- respondí.
                                -. Yo, ya Salí del trabajo, ya voy para casa. Ahora vamos con tu padre el también salió temprano.- dijo mi querida madre.
                               -. Está bien mama. Los estaré esperando.- dije luego colgué.
20:00 hs.
Ya habíamos cenado.
Yo estaba sentado en un sillón, al igual que mi padre.
Estábamos mirando la televisión. Mi padre tenía el poder del control, hacia zapping. No sabía que mirar.
Yo sabía que por dentro no quería saber nada de mirar el canal de las noticias, pero algo en su interior, le está diciendo que cambie hacia el canal de las noticias.
Creo que fueron segundos, hasta que cambio.
Vimos como siempre, gente hablando de lo que paso. La religión y todo eso. Oh, la religión. Esa palabra me hizo recordar que a las nueve de la noche, es decir en una hora tengo que ir a la misa que darán aquí en la iglesia. No quiero perdérmela.
Entonces es mejor levantarme e irme a dar una ducha rápido y salir hacia allá.
20:50 hs.
Ya estoy llegando a la iglesia y se puede ver mucha gente en la puerta. Se veían callados. Algunos miraban el cielo.
Me fui acercando lentamente. Muchos me miraban y saludan aunque no me conocieran.
Me quede parado a un costado, esperando a que abran las puertas.
De pronto, veo que se acerca una de las ancianas que estaban en el supermercado y me dice:
                                       -. ¡Viniste!, qué bueno. Dios te tendrá en cuenta en su reino.- sonrió y se fue caminado lentamente.
21:00 hs.
Se abrieron las puertas de la iglesia y la gente comenzó a entrar. Los que lo hicieron primero ya estaban sentados, ubicados cerca del altar.
Me senté. Y comencé a mirar a toda la gente. Algunos rezaban. Otros tan solo estaban esperando a que salga el cura y comience la misa.
De pronto, todos se ponen de pie y el cura como una estrella de rock sale y camina hacia al altar.
                                          -. Pueden sentarse.- dice, y toda la gente se sienta.
Todos lo miraban.
                                         -. Estamos aquí reunidos en la casa del señor, para hablar de lo que ustedes ya saben. El apocalipsis.-
Al decir esta última palabra algunos hacia la señal de la cruz y miraban hacia arriba.
El cura miro a todos y siguió:
                                          -. Todos vieron lo que sucedió hoy por la tarde. Una plaga más apareció, y, ¿Cuál fue?.- hizo una pausa.- la de los tábanos. Espero que estén preparados para la próxima que vendrá. Porque serán cada vez más grandes y la destrucción será mayor. Recen, no se dejen tentar por el demonio, él está haciendo todo esto, y ¿Por qué?. Ustedes están perdiendo la fe.
Luego de decir eso, todos comenzaron a rezar. Algunos se arrodillaban y lloraban. Otros tan solo se abrazaban y por lo bajo rezaban.
Se están volviendo locos, pensé.
Hasta que una mujer que estaba cerca mío, tomo mi mano muy fuerte y comenzó a rezar el padre nuestro. Me miro a los ojos con lágrimas y me dijo:
                                     -. Más cerca de él estés, más chances tendrás de salvarte del fin.-
Yo la mire. Me quedé estupefacto. Luego comencé a rezar. Recordaba el padre nuestro de cuando iba a catecismo.
Y así fue, caí en el reino de dios.
23:30 hs.
Ya estaba acostado en mi cama, mirando el techo. Pensaba en lo que sucedió y en lo bien que me sentí en la iglesia.
Me sentí protegido por dios. Mañana regresare.
Pero, escucho el timbre de mi casa. ¿Quién puede ser a esta hora?. Me levante y fui a abrir la puerta.
Y una vez que llego ahí veo que era mi hermana.
Abrí y ella entro y me abrazo:
                                        -. ¡Maxi!.- me dijo.
Llegaron mis padres y nos abrazamos todos juntos.
Mi madre lloraba y pronunciaba el nombre de mi hermana.

Estábamos todos juntos y dios fue el que hizo posible esto, lo sé. 

martes, 21 de enero de 2014

Desde el Cielo


Desde el cielo.
Parte 6.

22:00 pm.
Ya no había gente en el restaurant. Estábamos nosotros tres solos. Era increíble, todos se habían asustado.
Por suerte, ya habíamos terminado de comer, pero el encargado del lugar nos dijo que nos teníamos que ir.
Obviamente que era porque habían sonado las trompetas del apocalipsis.
22:10 pm.
No nos quedó otra cosa que irnos del restaurant. Pero antes de que nos vayamos para mi casa le dije a mi padre si podríamos comprar helado, por lo menos para llevar a casa. Mi padre, por suerte me dijo que sí.
Íbamos en el auto de mi padre estábamos muy tranquilo, escuchando la radio. Hablaban de lo que paso hace un rato. De las trompetas, pero mi padre se cansó y puso un cd de los beach boys, y comenzó a molestar a mi madre como lo hace siempre cuando se pone a cantar.
Yo reí nuevamente como lo hice hoy cuando veníamos. De pronto, algo queda estrellado contra el vidrio, parecía un insecto. Pero de pronto, empezaron a pegarse cada vez más y más.
Había tantos en el vidrio que mi padre tuvo que detenerse. No se podía ver.
No sabíamos que pasaba.
Mi padre pone las luces altas en el auto y pudimos ver que eran mosquitos. Una nube negra, era impresionante.
22:30 pm.
Por suerte, ya se podía ver, aunque seguían revoloteando muchísimos de esos mosquitos. Mi padre puso primera y nos fuimos hacia mi casa.
22:45 pm.
Llegamos rápido. Recuerdo que mi padre apago el auto y nos dijo que el bajaba primero rápido. Abría la puerta y luego íbamos nosotros (mi madre y yo).
Todo tenía que ser rápido, no porque nos iban a matar esos mosquitos, sino que no tenían que entrar a la casa.
Despues de darnos la indicación, mi padre salió corriendo hacia la casa.
No pudimos ver bien, pero creo que en ese momento nos dimos cuenta que había entrado a la casa.
Mi madre me miro y yo la mire, y con una sola seña nos dimos a entender que ya era el momento de bajar.
Los dos lo hicimos al mismo tiempo, corrimos con todas las fuerzas y por suerte no tuvimos que golpear la puerta. Mi padre ya nos estaba esperando y con un insecticida en sus manos.
Una vez que estábamos en el interior de la casa, mi padre comenzó a tirar insecticida por el aire. Muchísimos mosquitos habían entrado, pero por suerte el insecticida hizo un buen trabajo en unos pocos segundos.
Los tres nos quedamos mirando. No había respuesta alguna para esto que estaba sucediendo.
Cuando pude tomar respiro y ya estaba bien, fui hacia el control remoto y prendí la televisión.
En el noticiero hablaban de lo que había ocurrido. Hablaban de que la plaga de mosquitos se dio por las altas temperaturas.
Yo no creo que esto haya sucedido por las temperaturas. Es la primera vez en mi vida que veo tanta cantidad de mosquitos.
23:10 pm.
Mis padres después de tomar algo, se fueron a dormir. Yo me quede despierto mirando la televisión.
Seguía mirando el noticiero. Seguían hablando de lo mismo y me canse de ver ese canal, entonces empecé a hacer zapping.
No había nada en la televisión, hasta que di con un canal religioso. Hablaban de lo que estaba ocurriendo en la tierra.
Y como era de saberse como lo había el cura que estuvo presente en el noticiero, hablaban de las plagas.
Decían que esta era la tercera plaga, los mosquitos.
Había tres personas que hablaban de la religión y de todos estos acontecimientos que se estaban dando.
Hasta que se pusieron a leer la biblia, justo en la parte donde aparece la tercera plaga, esta decía:
Y llegó la tercera plaga de Egipto.
"Dijo Yahveh a Moisés: "Di a Aarón: extiende tu cayado y golpea el polvo de la tierra que se convertirá en mosquitos sobre todo el país de Egipto". Así lo hicieron: Aarón extendió su mano con el cayado y golpeó el polvo de la tierra; y hubo mosquitos sobre los hombres y sobre los ganados. Todo el polvo de la tierra se convirtió en mosquitos sobre todo el país de Egipto. Los magos intentaron con sus encantamientos hacer salir mosquitos, pero no pudieron. Hubo, pues, mosquitos sobre hombres y ganados. Dijeron los magos a Faraón: "¡es el dedo de Dios!" Pero el corazón de Faraón se endureció, y no les escuchó, como había dicho Yahveh." (Éxodo 8:12-16).
¿Qué estaba pasando?, no sé si creer o no creer en todo. No sé a quién creerle.
Todo es raro, los sonidos del cielo, las ranas, los pájaros que murieron, la lluvia de sangre.
Creo que todo va más allá de la religión o lo que puede llegar a hacer la naturaleza. Pero, ¿Qué será?.
Mi vecino se encerró con toda su familia. Tapo las ventanas con madera. ¿Acaso él sabe algo que nosotros no sabemos?.
Todo es raro. Todo me llama la atención.
Jueves 20 de diciembre 2012
00:30 am.
Despues de reventarme la cabeza con el canal de religioso, apague la televisión y me fui a mi cuarto.
Estaba cansado. Pero a pesar de todo lo que paso, me encanto cenar con mi madre y mi padre.
Me encantaría que este mi hermana aquí en mi casa, pero ella tiene hijos y un marido a quien debe cuidar.
Mañana la llamare para ver como esta.
00:45 am.
Cansado de ver el monitor de la computadora. Decido acostarme.
Hoy no tengo nada para pensar, tuve un buen día. Cene con mis padres. Mañana llamare a mi querida hermana.
Por ahora lo único que me queda es descansar y no pensar en lo que sucedió ayer.
Mis ojos arden, los parpados me pesan.
El telón se cierra. Todo se pone oscuro y blanco al mismo tiempo en mi mente.
He conseguido el sueño.


sábado, 18 de enero de 2014

Desde el Cielo



Desde el cielo.
Parte 5.
13:30 pm.
La lluvia paro. Pero yo seguía en el sillón. No podía reaccionar después de lo que paso.¿ de dónde salieron tantas ranas?. Hay miles afuera.
No quiero salir, no voy a abrir la puerta. Puede que entren todas.
Tengo que llamar a mi madre y a mi padre. Me levante del sillón fui directo al teléfono. Marque el número de celular de mi madre, pero no me atendía. Maldición.
Trate de hablar con ella tres veces más pero no me contestaba. Entonces llame a mi padre, el si me atendió.
                            -. Hola, papa.-
                           -. Si, hijo. ¿Qué sucede?.- dijo mi padre.
                           -. ¿Estás bien?.- le pregunte.
                            -. Si, hijo. ¿Me llamas por la lluvia de ranas?.-
Me quede callado unos segundos, luego seguí hablando.
                           -. Si, ¿fue una lluvia?.- pregunte sorprendido.
                            -. Si, hijo.¿ no estás viendo la televisión?.- pregunto mi padre.
                             -. No hay cable. Está cortado. Ahora voy a prender la televisión para ver que dicen en el noticiero. Bueno no te molesto más, perdón papa.- dije.
                           -. No hay problema hijo. Nos vemos a la tarde.- dijo mi padre. Luego corto.
Colgué el teléfono y  fui directo al control remoto. Prendí la tele, por suerte el cable ya había vuelto.
En la televisión se hablaba de este fenómeno que sucedió hace una hora.
Un biólogo explico que por la alta temperatura el vapor elevo los huevos de las ranas que sé que encontraban en los lagos, arroyos, ríos y que por eso había miles de ranas por todos lados.
Dio una larga explicación de todo este acontecimiento y por lo visto el conductor se quedó satisfecho por lo que escucho y yo más tranquilo.
Lo primero que se me cruzo por la cabeza fue lo que había dicho el cura sobre las plagas y esas cosas que dice la biblia.
Ahora me doy cuenta como la televisión genera paranoia.
14:45 pm.
Despues ver televisión y almorzar, me fui a mi cuarto. Por suerte, la lluvia había parado y de a poco se podía ver el cielo celeste.
Me acosté en mi cama y lo que hice fue dormir. No tengo nada para hacer y no hay nada para ver en la televisión.
17:30 pm.
Calor. Mucho calor. El sol gobernó la tierra otra vez. Estaba feliz.
Me levante y abrí la ventana. Mire hacia afuera, ya las ranas no estaban.  Luego, mire el cielo. Estaba celeste. Parecía que el mar estaba en las alturas.
También mire la casa de mi vecino, estaban todas las ventanas tapadas con madera.
¿Qué pasara en esa casa?, me gustaría estar ahí.
En esa casa vive mi vecino con su esposa y sus hijos. Uno tiene 7 años y otro 4 .
¿Cómo estarán?, esa es mi pregunta, además de todas las que tengo.
Me quede mirando unos minutos, como esperando a que haya algún ruido. Pero no, todo está en silencio en esa casa.
18:45 pm.
Estaba afuera de mi casa. La temperatura levanto una humedad tremenda. Era imposible estar en cualquier lugar de la casa o afuera. No se podía evitar la humedad.
Sentado en el cordón de la calle, disfrutando como se iba escondiendo el sol. Qué lindo que es cuando termina de llover en el verano.
18:55 pm.
Me levante después de estar sentado un rato. Busque plata y me fui a caminar por el barrio.
Iba muy tranquilo por la vereda, mientras avanzaba, saludaba a mis vecinos que estaban afuera disfrutando de la tarde.
La tarde estaba perfecta para salir a caminar, toda la gente estaba afuera.
De pronto veo al auto de mi padre. Hago una seña para que me vea y por suerte me vieron.
Freno. Bajo su ventanilla y me pregunto:
                            -. ¿ a dónde vas, hijo?.-
                           -.  Voy a dar una vuelta por el centro, está lindo para caminar.-
                           -. Estábamos pensando con tu madre en ir a comer algo afuera. ¿Quieres venir?.- me dijo sonriendo.
                         -. Claro.- respondí.
                         -. Bueno sube, nosotros nos cambiaremos y saldremos. Vamos hasta casa.- me dijo mi padre.
Entonces abrí la puerta del auto y nos fuimos los tres.
Mientras íbamos en el auto, hablamos de lo que sucedió hoy. Me reí con mi padre, porque mi madre dijo que se había asustado y que se encerró en el baño del trabajo.
Una vez que llegamos a mi casa, mis padres se fueron a bañar, mientras tanto yo, me quede mirando un poco de televisión para hacer tiempo hasta que ellos terminen.
19:30 pm.
Despues de tanto esperar, mis padres al fin estaban listos para salir.
Mientras mi padre salió, mi madre se dio los últimos retoques en un espejo que quedaba de pasada antes de llegar a la puerta.
Nos subimos al auto. Mi padre arranco el auto y comenzamos a movernos por la calle.
Ya casi era de noche, se podía ver apenas el sol, o mejor dicho algo de su luz que ya desaparecía.
Mi padre iba manejando muy tranquilo, quizas tocaba la bocina cuando se cruzaba con algún conocido. Mi madre iba mirando para afuera.
Yo iba tranquilo con mi celular, mirando lo que mis amigos publicaban en la red social.
Recuerdo que íbamos escuchando la radio, estaban pasando un tema de una banda de rock de los 70. Mi padre conocía la canción, entonces subió un poco el volumen.
Mientras el tema sonaba, mi padre cantaba y molestaba a mi madre, siempre lo hacía. Yo reía como un niño.
20:00 pm.
Por suerte, ya llegamos al lugar. Mi padre estaciono el auto. Yo y mi madre bajamos muy tranquilamente y esperamos a mi padre.
Mi madre, saco un pequeño espejo que siempre lleva, para verse. Ella o mejor dicho la mujer siempre lo tienen que tener para ver que toda su belleza esté en orden.
Yo seguía con mi celular en la mano, de pronto, veo que me quedo sin señal en mi celular, y las luces de la calle empiezan a titilar, como si hubiera una baja tensión.
Le pregunto a mi madre si tiene señal, ella me responde que no. Mi padre tampoco tenía, porque cuando bajo del auto nos preguntó si teníamos señal.
Las luces de la calle seguían titilando, hasta que de pronto, se volvió a escuchar lo que escuche el 17 de diciembre por la tarde cuando estaba en la pileta.
Las trompetas del apocalipsis estaban sonando de nuevo. Mi madre, mi padre y yo miramos hacia el cielo. No había nada, solo se veían las estrellas.
Sonaban igual que aquel día.
Cuando baje la mirada, las personas que estaban en el restaurant, salieron y miraban el cielo. Algunos grababan con sus celulares, otros tan solo miraban.
Duraron un poco más que la primera vez. Luego una vez que pararon. Todos nos miramos las caras. Asustados.
Muchas de las personas que estaban ahí, entraron nuevamente al restaurant, tomaron sus cosas y se fueron. Con cara de pánico.

Nosotros no nos fuimos, entramos y disfrutamos de una rica cena en el restaurant.

viernes, 17 de enero de 2014

Desde el Cielo



Desde el cielo.
Parte 4.
Miércoles 19 de Diciembre 2012.

08:30 am.

Me despertaron los truenos, la tormenta seguía. Me levante de la cama y fui directo hacia la ventana de mi cuarto. Ya se podía ver. Estaba limpia. Ya no llovía más sangre.
Las nubes todavía eran oscuras. Algunos truenos se podían escuchar. No tan fuertes como los de ayer.
Me quede un rato largo mirando por la ventana, vi que mi vecino ya había tapado toda las ventanas de su casa con madera. Seguramente estaban encerrados y así se quedaran hasta que todo esto pase. Pero, ¿Qué es lo que está pasando?. Esa es mi pregunta.

09:00 am.

Después de mirar por la ventana tanto tiempo a la nada. Me fui al baño. Me lave la cara. Me cepille los dientes. Luego Salí y fui a la cocina a desayunar.
Mis padres se encontraban desayunando. Los salude a los dos y luego comencé a preparar mi desayuno.
Me senté al lado de mi madre. Todo estaba en silencio. La televisión estaba apagada, ni siquiera la radio estaba prendida. E molestaba el silencio.
Quise agarrar el control remoto de la televisión para ver que decía el noticiero después del acontecimiento de ayer. Pero mis padres no me dejaron encender la tele. Me dijeron que si seguía viendo televisión me iba a volver loco, como esos que ya se encerraron en los bunkers.
Al escuchar esto me reí por dentro. Jamás haría esa idiotez de guardarme en un lugar como lo hizo mi vecino o esos  locos de las sectas.
Pero no pude discutir con ellos, por eso solo me quedo tomar el desayuno junto a ellos en este silencio que gobernaba la casa.

10:45 am.

Mis padres se fueron de la casa. Por lo tanto estaba solo. Eso me llevo a que pueda prender la televisión para ver que dicen de lo de ayer.
El noticiero hablaba como iba estar el clima en el país. Aburrido, pensé.
Decían que iba a llover por lo menos tres días más, y que seguramente serian tormentas intensas por la tarde noche.

11:20 am.

Después de dar toda la información del clima mostraron la placa de noticias y ahí estaba lo que yo estaba esperando. A la noticia la titularon como “LA PRIMERA PLAGA”.
Pero nuevamente tuve que esperar, ya que para el noticiero es más importante la sección de policiales, ya que ayer cuando sedaba este suceso de la lluvia de sangre, muchos aprovecharon a entrar a las casas y robar.

11:35 am.

Paso la sección policiales y al fin vino lo que yo quería escuchar, recuerdo que el locutor dijo:
  -.Y ahora vamos al suceso que sorprendió no solo a la sociedad argentina sino también al mundo.-
Mientras iba mostrando imágenes relataba como si fuera una película de terror todo lo que sucedió ayer por la tarde.
Calles inundadas con sangre. Gente que no pudo escapar dela tormenta y quedaron bañadas en sangre.
Hubo también algunos testimonios sobre este hecho, también algunos vídeos de otras partes del mundo.
Pero nada impresionante para mostrar o mirar.

12:15 pm.

Me fui a mi cuarto. Una vez ahí, prendí la computadora y me conecte a internet. Ninguno de mis amigos estaba conectado. Qué raro, pensé.
En el inicio de la red social, pude ver algunas fotos, graciosas sobre lo que sucedió, pero mucha gracia no me daba.
¿Por qué la gente nunca se toma las cosas enserio?, esa pregunta me la hago siempre.
Pero lo que me llamo la atención fue una cartel, que por lo visto lo estaban compartiendo muchos.
El cartel decía:
 El momento ha llegado. Entrégate a Jesús. Dios nos salvara. Prepárate el vendrá por ti.
Luego debajo había una dirección en donde seguramente se iban a juntar todos.
¡Estos si están locos de remate!, pensé.

12:30 pm.

La lluvia estaba más intensa. Era una cortina de agua. Las gotas eran muy grandes.
Los truenos se hacían escuchar un poco más fuerte ahora y por lo que podía ver, estaba más oscuro.
Las luces de la calle se encendieron. Jamás había visto una tormenta así.
Se puso tan oscuro como la noche. Tan solo la luz de la pantalla de la computadora me alumbraba, me dio miedo. Me levante y prendí la luz de mi velador.
La lluvia se volvió más fuerte. El ruido de las gotas golpear el techo, no me dejaban escuchar nada. Entonces, lo que hice fue irme a la cocina.
Mientras iba avanzando hasta ella, prendía las luces dela casa una por una. No sé si lo hice porque no veía o por el miedo que me generaba la tormenta, con sus rayos que alumbraban tanto como si fueran las luces de la casa y los truenos sonaban tan fuertes como si fuera el sonido de una bestia enojada.
Una vez que pude llegar a la cocina, fui directo al sillón, me senté. Prendí la tele, pero no funcionaba el servicio del cable. Así que volvía apagarla.
¿Qué más podía pasar?.
Me acosté en el sillón, nada podía hacer. Me iba a morir de aburrimiento.
Pero de pronto, veo algo saltar viniendo de la puerta de entrada de mi casa. Me levante y para ir a mirar que era.
Una rana. ¿Cómo entro aquí?. Mire la puerta y vi que había un espacio entre el piso y la puerta.
Tome a la rana. La cubrí con mis manos y fui caminando hacia la puerta. La abrí. Pero cuando la iba a tirar. Vi algo que en verdad no era normal.
Miles o quizás millones de ranas en la calle, todas saltando para todos lados.
Recuerdo que tire a la rana que tenía en mis manos y cerré la puerta. Luego busque algo para poder tapar ese espacio que quedaba entre la puerta y el suelo. Lo mismo hice con las demás puertas.
Una vez que termine de tapar todo, me tire en el sillón. Con los ojos abiertos. Sorprendido.
Se podían escuchar gritos afuera. La gente estaba asustada.
Esto no es algo normal. Primero la sangre, ahora las ranas.
¿Tendrá razón el cura que hablo en la televisión?. Son las plagas de la biblia.
¿Y aquel cartel que vi en la red social?. ¿Jesús vendrá a salvarnos?, ¿Dios está detrás de todo esto?.
¿Viene por nosotros?, ¿nos viene a llevar por nuestros pecados?.

No lo sé. Esa es mi respuesta.