SUBESSE IN TENEBRIS
(EL RESURGIR DE LAS TINIEBLAS).
PARTE 2.
Capítulo 19.
La pequeña
Sara ya había terminado de cambiarse y Gloria y Zabut también estaban listos.
-. Vamos, pequeña.-
dijo Gloria.
Un taxi
estaba esperando en la puerta lista para partir.
-. ¿A dónde vamos?.-
pregunto Sara.
-. Nos iremos a otro
lugar, Sara. Donde estemos tranquilos los tres y no corramos peligro.-
respondió Gloria.
Las tres
subieron al taxi y se fueron de ahí.
Mientras
tanto en el Vaticano, un visitante llegaba.
Lucifer
estaba en la puerta de la iglesia de aquella ciudad de Italia.
Estaba
pensando. Miro a su alrededor. Había gente que iba y venía. La mayoría turista
que pasaban a la Basílica para conocerla por dentro.
Hasta que de
pronto el tiempo se detuvo.
Todo estaba
paralizado y Lucifer empezó a caminar hacia la puerta de la Basílica. Una vez
que llega a ella. Se queda parado, mirando hacia el altar. Luego miro la estatua
de Jesús que estaba en el centro colgado.
Y antes de
que entrase él dijo algo:
-.O, pater.
Cum venit ad me?, qui sum tui in sempiternum erit, et ovium. Plures delere me, et scio quoniam non
opus plerique faciunt. sic omnis potestas esset, et ad quaerendum uti nescis.-
Luego
comenzó a caminar, los pasos de sus zapatos tronaban a cada centímetro que
daba.
Camino por
toda la iglesia hasta que se adentró en el pasillo que lo llevaría a la oficina
del Papa.
Muy
lentamente se fue acercando a la puerta, y una vez ahí, puso su mano en el
picaporte de la cerradura y la giró. Abrió la puerta. Y ahí lo encontró al Papa
sentado en su sillón.
Al verlo sonrió,
y con un solo movimiento de su mano derecha. El tiempo volvió a la normalidad.
El Papa se
sorprendió al verlo y trato de levantarse rápidamente para escapar pero no pudo
hacerlo, ya que Lucifer lo tomo de la garganta y lo arrincono contra la pared.
-.Ubi tu, Deus vermis?.-
pregunto Lucifer.
Pero el papa
no contesto a lo que decía y empezó a rezar un padre nuestro mientras que con
sus dos manos apretaba la gran cruz de oro que siempre lleva colgado en su
cuello.
-.posse nocere vobis videtur me, istae preces
nihil mea interest. Si non advertas, quia Deus non habet potestatem in terra.-
dijo Lucifer mirándolo fijamente a los ojos.
Juan Pablo V
seguía rezando, pero por más que el hacía esto sabia por dentro que no
resultaría. Lucifer tenía razón, dios ya no tiene poder en la tierra.
-.ut 'quid vis tibi?.-
pregunto el Papa.
-. Quaero ubi apparuit hasta.-
dijo Lucifer.
-. Non est hic hasta, numquam
nobis. Hoc Viennae.- dijo Juan Pablo V.
Lucifer tan
solo lo miro con sus ojos rojos. Suspiro. Luego le dijo:
-.tibi gratias ago.-
El dios del
infierno, soltó el cuello del máximo pontífice y lo dejo caer al suelo.
El Papa se tocó
el cuello y Lucifer se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia la puerta. Pero
antes atravesar la puerta dijo:
-.Spero te paratum. ego
auferam caput tuum iuraveris.-
Luego se fue
por donde vino.
El papa toco
la alarma ni bien Lucifer dejo su oficina y en unos dos minutos llego toda la custodia
al lugar.
Pero ya
nadie había en aquel pasillo, Lucifer ya había desparecido.
Mientras tanto
Gloria, Zabut y Sara estaban en el aeropuerto.
Gloria estaba
esperando la señal de Lucifer para saber a donde tenían que ir ahora.
-. ¿A dónde
iremos?.- pregunta la pequeña Sara.
-. Nos iremos lejos
de aquí y no volveremos.- respondió Gloria.
-. ¿Quiénes son las
personas que quieren separarnos?.- pregunto Sara.
-. Hay cosas que todavía
no vas a entender. Mientras vayas creciendo entenderás. Por ahora yo te protegeré.-
respondió Gloria.
De pronto,
Gloria escucha una voz.
-.Astaroth.-
Ella se dio
cuenta que era Lucifer y como paso en el Vaticano el tiempo se detuvo y de
entre la gente el dios del infierno apareció caminando.
-.dominus meus.- dijo Astaroth.
-.ut eatis ad Italiam. vade ad Vat.- dijo Lucifer.
-.Ibi sit hasta?.-
pregunto Astaroth.
-.Etiam est.- respondio
Lucifer.
-.cras velle?.-
pregunto Astaroth.
-.nulla. Sit tempus
pertranseat. ego autem dico vobis quoniam regnabit in memoria aliquam ligula.-
dijo lucifer cerrando los ojos.
Su boca decía
algo, parecía como si estuviera diciendo alguna especie de oración o algunas
palabras que el solo sabe.
Mientras murmuraba
el cielo se puso más oscuro de lo que estaba y el olor a azufre empezó a
gobernar la tierra, era muy fuerte.
-.Spero Deus potest
auxilium pópuli omnes, jajajajaja.- dijo Lucifer.
Mientras dijo
eso, en la costa de las islas del caribe una gran ola de agua se acercaba a
ella, acompañada de una nube negra con mucho olor azufre.
Todo paso
muy rápido, la ola mato a toda la gente que en ese momento estaba en el lugar
disfrutando del sol.
Y el agua
hizo desparecer toda la isla. Dejando a un lugar sumergido.
Pero Lucifer
no terminaba.
-.lamque ultima.- dijo
el dios del mal.
El agua del
caribe además de tragarse la isla, comenzó a subir la temperatura. Tanto que
llego al punto de que los peces y todos los animales que había ahí empezaron a
cocinarse.
Un poco de
azufre hizo también que todo lo que había de vida en ese lugar muriese.
Ya nada había.
Todo había dejado de existir en ese lugar.
Luego Lucifer
abrió los ojos y lo miro a Astaroth.
-. Dux tam carum Inferno. II apparentibus et non ibi subsistes ad
tempus, cum in Beelzebub habet, plus est.-
-.Utique Domine.- dijo
Astaroth.
Luego Lucifer
se fue y todo volvió a la normalidad, mientras que Astaroth le dijo a Sara.
-. Vamos pequeña, ya el
vuelo se va.-
-.¿ A dónde vamos?.-
pregunto nuevamente Sara.
-. Nos vamos a Italia.
Te gusta?.- dijo Astaroth.
-. Si.- respondió la
pequeña.
Se levantaron
de sus asientos y se fueron hacia el lugar en donde tienen que abordar. Le dieron
los boletos a la mujer que se encuentra antes de subir y luego caminaron hasta
el interior del avión lista para su próximo destino Italia.
Mientras tanto
en el infierno, lucifer junto a todo su ejército y hablando desde el balcón de
su castillo, dijo:
-. filioli mei. Lorem et detraham in tempore certiorem Dei. parati
sumus, et dedit ei potum horror hominibus. Et nos vero et exspectare longum, et erit super nos.-
Todos los
demonios se volvieron locos, levantaron sus manos festejando lo que Lucifer
dijo.
Por otra
parte, en la tierra los cielos en algunas partes se despejaron y el sol gobernó.
La luz había llegado para quedarse, pero nadie sabe por cuánto tiempo más.