martes, 9 de agosto de 2011

INVASIÓN- CAPITULO 1


  Dia: 1.
Todavía recuerdo aquel día...
Hacía mucho frio, era invierno. Recuerdo que venía de la casa de un amigo. Él había dado una fiesta, en la que nos divertimos mucho. Nadie había faltado, a pesar del frio que hacía. Fue una larga noche aquella,  tomamos muchos tragos y recordamos muchas cosas que pasamos juntos,  ya que éramos un grupo bastante numeroso.
Pero no estoy escribiendo estas líneas para contarles de aquella noche que pase con mis amigos. Sino, de lo que sucedió después de aquella fiesta.
Eran las cinco de la madrugada cuando partí hacia mi casa. Solo y borracho. Eso sí lo recuerdo muy bien. Mejor seguiré contando lo que sucedió...
Tarde unos quince minutos en llegar a mi casa, ya que mi borrachera no me dejaba caminar rápido por esa calle tan ancha, que al mismo tiempo era tan angosta que entraba yo solo.
Lo que voy a escribir nadie me lo creyó, fue algo que creí irreal hasta el día que me persiguió y llegue hasta donde estoy...
Recuerdo que cada vez más frio hacia o era mi imaginación o las ganas de llegar a mi casa a dormir. Pero de pronto, en la esquina de mi casa; noto que hay alguien, era una persona por su silueta. Lo mire de lejos y me quede ahí parado en el medio de la calle tambaleando. Todo giraba a mí alrededor, y no podía distinguir quien era que estaba parado.
Recuerdo que estaba mirándome con esa mirada de poseído, eso si no me lo voy a olvidar. Estuvimos mirándonos sin decirnos nada, igual estábamos lejos como para decirnos algo, aunque la noche estaba serena yo no iba a escucharlo, por culpa de mi borrachera.
Creo que pasaron diez minutos nada más, hasta que ese silencio que en la noche paseaba se rompió.
Aquella persona que estaba ahí parada, dio un grito, que creo que mis amigos lo habrán escuchado. Al suceder esto yo me quede parado sin entender lo que sucedía. Frote mis ojos y los abrí bien grandes. Pero antes de que lo haga, ya tenía casi encima mío, a aquella persona.
No sé cómo hice para esquivarlo, pero lo esquive. Fue algo muy rápido. Ni siquiera recuerdo como hice para saltar la reja de mi casa, que tiene casi dos metros de altura.
Trate de respirar, pero no podía me sentía ahogado, la adrenalina que tenía en mi cuerpo estaba por estallar en mi interior, nunca me había sentido así.
Cuando me pude estabilizar, y me pude tranquilizar. Note que ese loco desquiciado que me asusto ya no estaban la calle. No sabía a donde había ido. Todo había sucedido tan rápido. Que quien sabe?, seguramente era alguien que quiso asustarme, y si lo quiso hacer lo consiguió.
Despues de la escena que ocurrió afuera, no tarde en entrar a mi casa y olvidarme de todo.
Una vez que llegue a mi cuarto.me derrumbe en mi cama, dejando atrás aquel mal momento que había  pasado hace un instante...

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