miércoles, 30 de noviembre de 2011

SUBESSE IN TENEBRIS...

       SUBESSE IN TENEBRIS.
  (EL RESURGIR DE LAS TINIEBLAS).
               CAPITULO 10.
Ya a la mañana las dos se levantaron. Estaban un poco mareadas.
La pequeña le pregunto a Gloria mientras desayunaban:
         -.¿qué sucedió anoche?.-
        -. Nada quédate tranquila, ¿sí?.- dijo la maestra.
       -. Está bien.- respondió la niña.
Estuvieron calladas mientras desayunaban, ninguna de las dos emitía una palabra.
Pero de pronto gloria dijo:
            -. Sara cámbiate que vamos hasta un lugar.-
            -. ¿A dónde?.- pregunto la pequeña.
        -. Vamos hasta el aeropuerto.- respondió Gloria.
Sara hizo una sonrisa.
     -. Nos iremos de viaje a otro país.- pregunto entusiasmada.
  -. Claro, y nos iremos mañana mismo,¿ quieres?.- dijo la maestra.
 La pequeña Sara dijo que si con su cabeza. Luego se fue a su cuarto a cambiarse. Mientras Gloria se quedó mirando por la ventana, mientras terminaba su desayuno.
Se vistió rápido, y una vez que termino, se quedó esperando a que Gloria termine.
Luego llamaron a un taxi y lo esperaron unos diez minutos.
Una vez que el taxi llego, las dos se subieron y se fueron rumbo hacia el aeropuerto.
Ninguna de las dos hablo mientras iban en el taxi.
Hasta que la pequeña, le pregunto Gloria:
                        -.¿ a dónde nos iremos?.-
                    -.nos iremos a Europa. Queda muy lejos de aquí.- respondió.
La niña se quedó pensando, hasta que hizo una nueva pregunta:
                 -. ¿Cuándo volveremos?.-
               -. Nos vamos a vivir allá.- respondió Gloria.
La niña se puso contenta, pero por otra parte no quería irse, el padre de ella iba a quedarse aquí y ni siquiera se había despedido de él.
A pesar de todas las cosas, algo sentía en su corazón que le decía que tenía que ir a despedirlo.
Pero aunque tenía ganas no se lo dijo a Gloria, pero más tarde seguro se lo dirá.
Tardaron alrededor de una hora en llegar, había mucho tránsito por la autopista. Pero al fin lo lograron.
Una vez que estaban ahí. Bajaron del taxi. Gloria pago el viaje, y entraron al aeropuerto.
Tuvieron que hacer una larga cola para sacar los boletos, pero después de tanto esperar al fin las atendieron.
                         -. Buenos días.- respondió la muchacha que atiende.
                       -. Quería dos boletos para Viena.- dijo Gloria.
                      -. ¿Ida y vuelta?.- pregunto la muchacha.
                      -. No solo ida.- respondió Gloria.
La muchacha comenzó a buscar, si tenía boletos y para cuando.
                     -. Tenemos boletos para el día jueves.- dijo la joven.
                   -. Eso es para dentro de dos días. Nosotros los necesitamos para mañana.- dijo Gloria preocupada.
                  -. Lo lamento señora. Los vuelos de mañana están todos completos.- dijo la joven.
                -. No puede ser. Está bien démelos.- dijo Gloria mientras sacaba de su cartera los pasaportes y el dinero.
Luego de entregarle los pasaportes, verifico que todo está en regla y le entrego los boletos.
Gloria los pago y luego se fueron. Salió como nerviosa, porque ella quería para el vuelo de mañana. Pero por lo menos va a poder, arreglar todo con la escuela.
Estuvieron esperando un taxi alrededor de cuarenta minutos, luego de tano esperar llega un vehículo. Se suben y se van rumbo a la casa.
Tardaron un poco menos que cuando había ido hacia el aeropuerto.
Una vez que llegaron a la casa. Las dos bajaron, Gloria pago el taxi y se fueron hacia el interior de la casa.
                           -. Sara quiero que vayas pensando que te vas a llevar, ¿sí?.- dijo Gloria.
                        -. Está bien Gloria.- dijo la pequeña.
Luego se fue a su cuarto a pensar que iba a llevar.
Por otra parte, Gloria se quedó haciendo un llamado, al colegio.
Marco el número y espero a que atiendan.
                          -. Hola.- se escuchó del otro lado.
                         -. Hola, ¿rosa?.- dijo Gloria.
                        -. Si, ¿Quién habla?.- pregunto Rosa.
                       -. Soy yo, Gloria.- respondió la maestra.
Se escuchó una risa de alegría, luego Rosa pregunto:
                      -. ¿Cómo estas tanto tiempo?.-
                      -. Bien, por suerte.- respondió Gloria.
                      -. ¿Cómo esta Sara?.- pregunto nuevamente.
                     -. Bien, esta de tres meses. Por suerte esta saludable.- respondió Gloria.
                   -. ¿Pensaron que harán con el bebé?.- pregunto Rosa.
                  -. Lo va a tener ella.- respondió Gloria.
Hubo un silencio, seguramente se le cruzo por la cabeza a Rosa la locura que era tener un hijo de un padre que abusaba de la nena.
Pero de repente, la conversación cambio de tema, cuando rosa le pregunto:
                    -. Bueno dime, ¿Qué es lo que deseas?.-
                   -. Quería decirte, que ya no voy a ir a trabajar más. Nos vamos del país con la niña y no regresaremos.- respondió Gloria.
Hubo otro silencio, no podía creer lo que decía, ella estuvo trabajando casi veinte años trabajando en esa escuela.
                -. Está bien Gloria, la verdad que me sorprendiste con lo que me acabas de decir.- dijo Rosa.
             -. Mañana pasare a buscar mis cosas, ¿sí?.- dijo Gloria.
             -. Está bien te estaré esperando. Te haremos una despedida.- dijo Rosa.
          -. Bueno muchas gracias, llegare temprano. Adiós.- dijo Gloria.
Luego colgó. Tanto Rosa como Gloria se quedaron pensando en todas las cosas que se hablaron a pesar de que fueron muy pocas las palabras.
De pronto ve que llega Sara.
                     -. ¿Ya sabes que vas  a llevar?.- pregunto Gloria.
                   -. Si ya se. Pero antes quería decirte algo.- dijo la niña.
                   -. Dime pequeña.- dijo Gloria mirándola fijamente.
                    -. Quiero ir a despedir a mi padre.- dijo la pequeña Sara.
Gloria al escuchar esto se quedó sorprendida, no pensaba que le iba a decir una cosa así.
                 -. Está bien pequeña, no puedo decirte que no.- dijo Gloria.

                 -. Pero, ¿dónde está?.- pregunto Sara.
                -. Ahora llamare a la comisaria de acá de la zona. Ellos tendrán que saber. ¿Sí?.- dijo Gloria.
               -. Pero quiero que los llames ahora.- dijo la pequeña.
Al escuchar esto, Gloria fue hasta el teléfono y llamo a la comisaria.
Espero unos instantes hasta que la atendieron.
                 -. Hola comisaria cuarta de general Belgrano.- dijeron del otro lado del teléfono.
             -. Quería que me informen donde esta una persona.- dijo Gloria.
              -. Muy bien. Tiene que decirme que es usted de la persona.- dijo aquella voz.
            -. Soy la tutora de Sara González y quiero saber dónde está el padre. Su nombre es Ignacio González.- dijo Gloria.
         -. Aaahhh, si ya sé quién es, mire se encuentra en neuropsiquiatrico de acá de la zona. Es el único que hay.¿ Usted sabe dónde queda?.- dijo la voz.
       -. Si, se dónde queda. Gracias por la información.- luego de decir esto Gloria corto.

                                                Continuara…                        

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