miércoles, 21 de diciembre de 2011

SUBESSE IN TENEBRIS

       SUBESSE IN TENEBRIS.
 (EL RESURGIR DE LAS TINIEBLAS).
               CAPITULO 17.
                            6 MESES DESPUES…
Ya han pasado los nueve meses del embarazo de Sara. Gloria tiene en su poder, la lanza del destino.
En toda Austria buscaron esa lanza, y nada pudieron hacer las autoridades para encontrarla.
Despues de aquel día, en la lanza fue robada. Gloria la escondió en el sótano de la casa. Ahí quedara guardada hasta que llegue el momento, en que tenga que ser usada.
Por otra parte, la pequeña estaba muy molesta, ya que su panza estaba gigante. Parecía que en cualquier momento iba a estallar.
La niña iba de acá para allá, ya sentía como él bebe, pateaba mucho más fuerte de lo que lo hacía antes.
Sara había engordado como unos veinte kilos, ya que después del quinto mes, se la pasaba comiendo. Como si estaría por venir el fin del mundo. Parecía una termita. Arrasaba con todo lo que sea alimento y encontraba en su camino.
Gloria, la veía perfecta. Estaba fuerte para traer este nuevo niño al mundo.
Ella hizo un buen trabajo. La cuido muy bien.
Era 31 de diciembre, cuando la niña sintió que algo corría por sus piernas. Era como agua. Ella no sabía.
Había roto bolsa, justo cuando ella se estaba cambiando, después de darse un baño. El nacimiento había comenzado.
Llamo a gritos a Gloria para que venga a ayudarla.
                   -. ¿Qué sucede?.- pregunto Gloria.
La niña, tan solo se levantó y le mostro lo que le había sucedido.
Al ver esto, Gloria corrió al teléfono y llamo un taxi para poder llevar a la niña al hospital.
Una vez que pudo comunicarse con el taxi, fue hacia el cuarto de la niña y la ayudo a cambiar. Gloria estaba muy contenta.
                        -. No tengas miedo.- dijo Gloria.
                        -. Tengo un poco nada más.- respondió la niña.
                        -. Yo estoy aquí para ayudarte y para cuidarte, ¿okey?.- dijo Gloria.
                        -. Sí. Gracias por todo lo que hiciste por mí.- respondió la niña, con algunas lágrimas en sus ojos.
                       -. No llores, tienes que estar contenta, de que tu hijo está por venir.- dijo Gloria, con una gran sonrisa en su cara.
Las dos se abrazaron y se dijeron que se querían. Luego de haberse cambiado, la niña y Gloria, ya estaban listas para irse hacia el hospital.
Bajaron del cuarto, y esperaron el taxi. Tardo tan solo unos quince minutos desde que lo llamaron.
Una vez que llego, la dos, salieron  y se subieron al taxi.
Mientras iban al hospital, a Sara le comenzaron a dar algunos dolores. El nacimiento se estaba acercando cada vez más.
                         -. Respira. Tranquila Sara.- decía Gloria para tranquilizarla.
Pero los dolores eran cada vez más fuerte. Ya no resistía.
Pero por suerte, pudieron llegar rápidamente al hospital.
Bajaron del taxi, y fueron caminando lentamente hacia la puerta del hospital. La abrieron y entraron.
Una vez adentro, fue a recepción y dijo lo que le sucedía a Sara. Le dieron una silla de rueda y le dijeron que vaya a la habitación 666.
Tomaron el ascensor y fueron hacia la habitación, ahí se quedaron tranquilas. Bueno solamente Gloria estaba tranquila. Sara estaba muy nerviosa.
De pronto, vuelven los dolores, pero esta vez más fuertes.
                       -. Respira, tranquila.- dijo Gloria.
Pero estas palabras, no la calmaban a Sara.
Los dolores seguían, eso quería decir que el nacimiento, ya estaba en puerta.
De repente, entra un doctor y un enfermero.
                 -. Folgen sie den schmerz?.- le pregunto uno de ellos a Sara.
Pero ella, no sabía que responderles. Entonces, contesto Gloria.
                -.nur für eine weile.-
                -. Bringen sie zu  den gebärsaal.- dijo el doctor.
Luego el enfermero, le pidió a Gloria que siente a Sara en la silla.
Una vez que Sara se sentó, le pregunto a Gloria:
                     -. ¿Dónde me llevan?, ¿Qué te dijeron?.-
                    -. Me preguntaron si tenías muchos dolores, yo les dije que sí. Ahora te llevaran a la sala de parto.- respondió Gloria.
La niña, al escuchar lo que le dijo, comenzó a gritar.
                      -.¡¡¡ Nooo!!! Por favor Gloria.-
Pero, seguían avanzando con la silla de ruedas.
Sara trato de escapar, pero no pudo. Hasta que, se encontró con la puerta de la sala.
La subieron a la camilla, y el doctor vio que ya era momento.
                             -. Gut verpassen, war es an der zeit.-dijo el doctor mirando a Sara.
La niña la miro a Gloria, ya que no entendía lo que había dicho el médico.
                       -. Dijo que llego el momento.-
Entonces la niña, se concentró y comenzó a pujar para que él bebe comience a nacer.
Estaba haciendo toda su fuerza, en ese momento. Sara estaba dejando todo.
                     -. Push, push.- decía el doctor.
Él, quería que pujara más, así, él bebe nace.
Pero la niña, no podía estaba realmente cansada.
              -. Reist einer minute, und nimmt dann die gesamte luft, die sie.- le dijo el doctor a Sara.
Gloria como vio que no entendía, le dijo:
                 -. El doctor dijo, que descanses un minuto, luego que tomes todo el aire que puedas y pujes.-
La niña, dio una respuesta con la cabeza.
Luego tomo aire y comenzó a pujar.
                  -. Und sein kopf ist im begriff, zu verlassen.- dijo el doctor.
                -. Vamos Sara, ya casi puede ver su cabeza.- dijo Gloria.
Sara tomo la misma cantidad de aire, y pujo.
Cuando, hizo fuerza sintió como salió la cabeza del niño.
En ese instante, comenzaron a aparecer imágenes.
Aquel campo perfecto, donde ella había estado. Aquel campo donde conoció al extraño.
Todo estaba perfecto, el sol brillaba como si fuera de oro. El cielo estaba celeste como el mar. Se podían ver algunas aves cantar, mientras volaban.
Todo estaba bien.
De pronto, a lo lejos, ve al extraño. Venia caminando como aquel día en que lo conoció, todo vestido de blanco.
Estaba perfecto. Ella sonrió al verlo. Pero el, no.
Tan solo siguió caminando hacia ella, y una vez que estuvo cerca, introdujo su mano derecha dentro del vientre de Sara.
La niña, dio un grito de dolor. Ahí se encontró nuevamente en la sala de partos.
El doctor le seguía diciendo que pujara, que ya faltaba poco. Pero cuando ella, tomaba aire y cerraba los ojos para hacer fuerza se encontraba en aquel lugar.
Aunque esta vez estaba adentro del castillo, principalmente, en el cuarto donde estaba su padre. Ahí vio, como azotaban a su padre, con látigos, cadenas, y muchas herramientas de tortura.
Sara, lloraba. Era horrible lo que estaban haciendo. Ella trataba de gritar para que se detengan, pero no le hacían caso.
En ese cuarto, también se encontraba el extraño. Estaba vestido con un traje rojo, como las mismas llamas del infierno. El, estaba todo lo contrario a Sara, se reía sin parar.
La niña, se fue contra él, y le dio una bofetada.
El extraño, la miro y se rio.
                       -. ¿Por qué eres así?. ¿Quién eres dímelo?.- pregunto la niña a los gritos.
Pero el, no contestaba.
Nuevamente, volvió al hospital.
                     -. Vamos Sara puja, que ya nace.- dijo Gloria.
Al escuchar estas palabras, Sara tomo aire y dio lo último que le quedaba.
Fue ahí, cuando cerró los ojos y se encontró con el extraño. Estaba sentado como en una especie de trono. Como si el, fuese un rey.
Ahí la vio. Ella estaba al final de la escalera de mármol negro que finalizaba en el trono.
Entonces comenzó a bajar muy lentamente.
Escalón por escalón.
Hasta que, de pronto, se encontró con ella. Los dos estaban de frente.
Pero cuando abrió los ojos se encontró, nuevamente en la sala de parto.
                       -. ¡¡¡Noooooo!!!.- grito Sara.
Luego de gritar, se desmayó. Pero por suerte el niño, había nacido.
El doctor, lo levanto muy cuidadosamente. Cortaron el cordón umbilical. Luego, se lo llevó a Sara que estaba desmayada. Al ver esto el doctor la reanimo. Pero ella no despertaba.
Gloria, miraba él bebe y sonreía. Estaba muy contenta.
Por otra parte, la pequeña volvió a ese lugar en donde se encuentra el extraño y su gran trono.
                   -. Dime, ¿quién eres?.- pregunto Sara con lágrimas en los ojos.
                  -. Soy, Lucifer.- respondió.
La niña, se quedó con la boca abierta. Pero el, le dio un empujón, y antes de irse le dijo:
               -. Gracias por empezar el trabajo, que nos llevó miles de años.-
Luego la niña volvió a la sala de parto, y se encontró con él bebe, en brazos de Gloria.
                   -. Mira, es hermoso.- dijo Gloria.
Sara, lo miro y vio que era perfecto.
Pero de pronto, comenzaron a sentir un temblor muy leve que cada vez más fuerte se hacía.
Aquel sol que había aquel día, se fue tapando muy lentamente y nubes negras acompañadas de rayos, aparecieron el cielo.
Ellas tan solo sentían todo eso. Pero, en el mundo estaba ocurriendo lo mismo.
Todo el mundo se estaba oscureciendo, algunos volcanes en el la tierra hicieron erupción y cubrieron ciudades y pueblos de cenizas.
Se podía percibir el olor a azufre en el aire. El infierno estaba llegando, muy lentamente.
Todo era un caos. Tan solo unos segundos pasaron para que el mundo quedara en las tinieblas.
Mientras que eso pasaba, la pequeña Sara tomaba con sus brazos a su hijo.
                    -.¿ cómo se llamara?.- pregunto Gloria.
                   -. Zabut.- dijo Sara, mientras lo miraba.

                                    CONTINUARA…

No hay comentarios:

Publicar un comentario