Desde
el cielo.
Parte 9.
Sábado 22 de
diciembre 2012.
10:00 hs
Un fuerte
olor sentí, mis ojos se abrieron. ¿Qué es ese olor?, me pregunte.
No sabía de
dónde provenía.
Era olor a
podrido. Algo está en descomposición.
Me levante y
fui directo a la cocina.
Estaba mi
madre y mi hermana.
-.¿ qué
pasa?, ¿Qué es ese olor?.- pregunte.
-. Salí
afuera y mira.- dijo mi hermana.
Camine hacia
la puerta, el olor que se podía sentir en el aire me mareaba.
Abrí la
puerta, y vi animales muertos por todos lados. Era impresionante. Perros,
pájaros, gatos, ratas, comadrejas. La escena que estaba viendo parecía salida
de una película de terror. Era increíble.
Camine hasta
la calle, y podía ver como los pocos animales que estaban vivos en la calle, morían con
ese maldito olor nauseabundo. ¿Qué era?, me preguntaba.
Las aves que
estaban vivas volaban unos metros y caían muertas. Las ratas salían de sus
cuevas y al igual que los pájaros, morían.
Dios,¿ por
qué estás haciendo esto?,¿Qué te hicieron los animales?, preguntaba mirando a
los cielos, con lágrimas en mis ojos.
Ya no podía
ver más. Tengo que ir otra vez al interior de mi casa, debo rezar.
11:50hs.
El olor
seguía, era imposible respirar. No se podía estar en ningún lado.
Despues de rezar
y pedirle a dios que pare con toda esta locura. Decidí ir a un lugar que me
hizo bien, desde la primera vez que fui.
Salí de mi
cuarto, camine hacia la puerta y Salí de mi casa.
En la calle
había muchos cadáveres de animales, era impresionante. Ese olor. Ese maldito
olor, seguro los mato.
Podía ver a
algunos vecinos sacando los cuerpos de los animales de sus veredas. Los estaban
poniendo en bolsas de residuos, que seguramente no les alcanzaran.
Por suerte,
ya llegue a destino. Ya llegue a la casa del señor.
12:45 hs.
Entre a la
iglesia, pude ver que había algunas personas sentadas rezando. Fui caminando
muy lentamente hasta llegar al último banco del lugar. No tenía ganas de
sentarme tan cerca esta vez, prefería quedarme sentado lejos del altar.
Había mucho
silencio en el lugar. Quizás se escuchaba alguna persona toser, pero más de eso
no se escuchaba más nada.
De pronto,
sale una mujer de unos quizas sesenta y dos años de la puerta por donde el cura
sale para dar sus misas. Yo la mire, camino hasta el altar, abrió la biblia,
miro hacia adelante y dijo:
“estamos
aquí reunidos…”
Luego siguió,
estaba dando una misa.
Todos la
escuchábamos. Aquello que leía de la biblia hacia que me quede escuchando con
mucha atención.
13:30 hs.
La misa ya
había terminado, y aunque vine a la casa del señor ese olor nauseabundo seguía
en el aire.
Antes de que
todos saliéramos de la iglesia, nos recordó que hoy a las nueve de la noche
será la misa, que da el cura todos los días.
Salí del lugar,
y vi que desde el horizonte se acercaba una tormenta. Será mejor que me vaya
rápido.
14:00hs.
Antes de
llegar a mi casa, pase por una heladería y compre un kilo de helado para llevar
así come mi madre, mi hermana y mi padre.
El día estaba
precioso, lastima la tormenta que viene acechando desde lejos.
Por lo que se
podía ver en algunas veredas ya los animales más grandes que estaban muertos,
ya no estaban.
Por las
calles, quedaban ratas y pájaros que por lo que se puede fueron apastados por
los autos.
14:20hs.
Ya estaba
llegando a mi casa, el sol que estaba fuerte, ya se estaba perdiendo entre esa
tormenta que acechaba.
De repente,
siento una comezón en mi brazo izquierdo, me rasco, pero me seguía picando. No
le doy mucha importancia, puede que sea alguna picadura de los tábanos que me
atacaron, quizás al estar al sol hice que la picadura reaccione otra vez.
14:29 hs.
Llegue a mi
casa, entre y vi a mi madre con mi hermana y mi padre. Estaban los tres
sentados en el sillón grande mirando la televisión.
Me acerque a
ellos y comencé a ver lo que estaba pasando el noticiero.
No tendría
que haber visto esto, el noticiero estaba informando y mostraba imágenes de lo
que les había pasado a la gente en el campo. Su ganado había muerto. Todos,
quizas en algunos campos unas diez mil o quizas mas vacas, pollos, patos,
gallinas. Todos los animales de granja habían muerto.
Esto es un
desastre.
Pero yo sé
que dios nos va a ayudar a todos. Nadie podrá hacerlo, solo él y su hijo Jesús
acompañados de todos los santos que nos protegen.
Esto es una
señal de que tenemos que ser más fieles al señor.
16:45hs.
Estuvimos los
cuatro sentados durante dos horas, mirábamos todos los noticieros y como desde
el primer día en que escuche el extraño sonido proveniente del cielo,
científicos y otros que se hacen llamar especialistas están hablando de este
suceso que golpea al mundo.
Pero yo, no
estoy con ganas de seguir mirando esto, están totalmente equivocados con lo que
dicen. Prefiero ir a acostarme un rato.
17:00 hs.
Estoy en mi
cama. Tranquilo. Trato de cerrar los ojos, pero algo me lo impide, esa maldita
picazón que tengo en mi brazo izquierdo.
No puedo
dejar de rascarme. Pero, no sé qué puede ser, ya que me miro el brazo y no
tengo nada.
Me rasco y me
rasco, pero no pasa. Aunque ahora estaba bajando esa necesitadas de pasar mis
uñas con fuerza sobre mi piel.
Oh, sí. Lo
conseguí, la picazón se fue. Debo tratar de dormir un poco, ya que hoy a las
nueve de la noche tengo la misa.
Lo único que
espero es que esta vez el cura nos de algo de esperanza.
20:50 hs.
-.¡Maxi!,¿vas a levantarte a comer?.- escuche que me dijeron.
Abrí mis ojos
y vi que eran casi las nueve de la noche. Me quede dormido, voy a llegar tarde
a la misa.
Me levante,
fui al baño y me acomode como pude.
Salí a toda
velocidad de mi cuarto, mis padres y mi hermana me miraron. Sin entender.
El olor por
las calles ya casi ni se sentía, los animales muertos habían sido removidos.
Iba casi
trotando hacia la iglesia, hasta que de pronto otra vez la picazón. Me rasco
fuerte y casi me duele, pero no me importa, la picazón tiene que parar.
21:15hs
Por fin
llegue a la iglesia, el cura ya había empezado.
El lugar como
siempre estaba lleno de gente. y por lo que pude ver había caras nuevas.
Estaba escuchando
lo que decía el cura, pero la picazón de mi brazo, me desconcentraba.
Pero, de
pronto, veo algo que me llama la atención. Todos estaban rascándose como yo.
No solo los
brazos, algunos los hombros, la cara, las piernas. Qué raro, pensé.
Entonces comencé
a escuchar el cura, atento que decía:
“…lo que hoy sucedió, es un
mensaje del señor. De nuestro señor, que nos mira desde los cielos junto a su
hijo Jesús y todos sus santos, para darnos una señal de que pronto llegaran y
solo se llevaran al paraíso, a aquellos que soporten todo esto que está
ocurriendo. Los pecadores, morirán. Se quedaran acá en la tierra, pero tengan
cuidado, ahora vendrá una plaga que atacara a todos, espero que todos los que están
aquí sobrevivan, porque será dolorosa…”
Las personas
que estaban aquí, hacia la señal de la cruz y rezaban.
Me llamo la atención
lo que dijo el cura, entonces pregunte a un hombre:
-.disculpe, pero, ¿ qué es lo que se vendrá?.-
El hombre me miro con unos ojos gigantes y con
una voz muy ronca, me dijo:
-.ulcera y sarpullidos
incurables.-
Yo me lo
quede mirando, eso debe ser, lo que me pica.
Decidí irme a
casa, tenía que informarles a mis padres y a mi hermana, quería saber si a
ellos les pasaba lo mismo.
Camine hacia
la puerta de la iglesia, me di vuelta mire a Jesús en su cruz y pedí por todos
los que estaban aquí y por mi familia, luego me fui corriendo hacia mi hogar.
22:30hs.
Toda mi
familia está igual, ellos también están como yo, mi padre quizás tiene como un sarpullido
en todo el brazo derecho, que le pica mucho.
Mi madre está
igual que yo, mi hermana también.
¿Qué nos
espera para mañana?, me pregunto.
No quise
comer, tan solo me fui a mi cuarto y me acosté en la cama.
23:00hs.
No puedo
pegar un ojo, mis padres y mi hermana ya estaban durmiendo seguro, ellos tienen
el sueño fácil.
No son como
yo, que me acuesto y pienso y pienso.
No puedo
dormir, esta picazón me está matando, pero además de mi brazo izquierdo puedo
sentirlo en la cara y en mis piernas con menos intensidad claro.
Hare todo lo
posible para dormir.
Aunque esta picazón
no me va a dejar, creo.
23:45hs.
Después de
dar vueltas y más vueltas en la cama. El sueño apareció.
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