jueves, 20 de febrero de 2014

Desde el cielo



Desde el cielo.
Parte 12.
Martes 25 de diciembre 2012.
12:00hs.
Otro día mas que vuelvo a abrir mis ojos. Podía oler que estaban cocinando. Tenía mucha hambre.
Me levante y fui directo al baño. Lave mi cara y me mire unos segundos al espejo, estaba con la cara destruida. Era el stress que tenía por todo lo que está sucediendo y por todo lo que sucedió ayer también.
Creo que no me voy a olvidar de lo que paso en la iglesia cuando estábamos huyendo, buscando un refugio.
No se me iban las imágenes de la cabeza de aquellas personas que entraron al lugar sin saber que iban a morir.
12:15hs.
Despues de salir del baño, fui hacia la cocina. Ahí, estaba mi mama con la esposa de mi vecino y sus hijos.
Mi hermana seguía durmiendo.
Al no ver a mi padre y a mi vecino le pregunto a mi madre:
                                    -.¿dónde está papá?.-
                                  -. Tu padre está afuera en casa, están viendo que es lo que se salvó y lo que no.- respondió mi madre.
Al escuchar esto, abandono la cocina y me voy hacia afuera.
12:20 hs.
Cruce la puerta de hierro, ya estaba afuera.
Lo vi a mi padre y a mi vecino buscando cosas por el terreno.
                                      -.¿hay algo?.- pregunte.
Mi padre me miro y me respondió:
                                    -. No. No hay nada.-
Luego, de responderme siguió buscando a la nada.
13:00hs.
Lo único que hice fue sentarme en una de las pocas sillas que quedaban en el patio de la casa. Miraba a mí alrededor y pensaba en todo lo que sucedió.
Es muy loco todo esto, ¿tendrá razón la biblia?, ¿estará la respuesta en el dios que no vemos pero que creemos?.
15:00hs.
No tengo nada para contar, ni nada para pensar. Estoy triste, mi casa está destruida. Estoy refugiado junto a mi familia en la casa de mi vecino. Muchas personas murieron y seguro que mis amigos también. No hay televisión, no hay radio, no hay Internet. No hay celulares, no hay nada.
16:00hs.
No tengo nada para hacer. Aquí mi hermana se la pasa durmiendo, mis padres no hablan y mis vecinos cuando están por hablar se encierran en el baño. Hace un día que estamos aquí nada más y parece que fueran años. Quiero que pase el tiempo, me estoy volviendo loco, con todo esto.
Mejor me voy a caminar, pensé.
Me levante de la silla y Salí del refugio.
16:30hs.
Comencé a caminar por la calle y por suerte ya había gente en ella. Estaban juntando lo poco que pudieron rescatar, las cosas que no fueron destruidas.
Mientras iba avanzando, podía ver la cara de las personas, estaban destruidas tanto, como sus casas.
Algunos vecinos no estaban afuera, seguramente escaparon hacia otros lugares o quizás murieron ahí adentro.
Lo único que había eran casas destruidas, vidas destruidas.
16:45hs.
Me acerque lentamente a la iglesia, estaba destruida. No había quedado nada en pie.
Era increíble como algo tan grande, tan enorme, como era la iglesia quedo destruida.
Me quede parado frente a los escombros. Algunas lágrimas corrieron por mis mejillas.
Me saque las lágrimas rápidamente. Pero seguían cayendo.
Mire al cielo y por dentro pregunte:
                             -.¿ que hemos hecho, DIOS?.-
17:00hs.
Estaba sentado en el cordón de la calle, tenía mi mente en blanco.
Pero otra vez, vuelve a suceder, las trompetas del apocalipsis.
Levante la cabeza y mire al cielo.
Las trompetas sonaban y sonaban, a mí no me importaba.
Me puse de pie y comienzo a caminar muy lentamente hacia el refugio.
No estaba cerca, estaba lejos. Pero ni me interesa, estoy harto de estar corriendo.
De pronto, veo una langosta que pasa volando al lado mío. No le di importancia. Pero, no vi lo que venía detrás, era una nube naranja.
Era una nube de langostas. Me quede con la boca abierta. Lo único que me quedaba era correr y correr con toda mi fuerza.
Pero no puedo con la velocidad de las langostas, vienen muy rápido.
No logro escaparme, las langostas me alcanzan. Comienzan a prenderse de mí, están caminando. Me muerden, las púas de sus patas me están lastimando.
Tengo que correr más rápido, pero tengo langostas en mi cara, trato de sacármelas con las manos. Ya no logro ver por dónde voy corriendo.
17:15hs.
Malditas langostas. El ruido de sus alas al volar me volvían loco, de fondo se escuchaban las trompetas del apocalipsis.
De pronto, caigo en un pozo.

Me golpeó la cabeza y me desmayo.


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