miércoles, 22 de enero de 2014

Desde el Cielo


Desde el cielo.
Parte 7.
08:30 am.
Calor. Otra vez calor.
Me desperté con las sabanas pegadas en mi cuerpo, era increíble. A veces odio el calor, por estas cosas. No se puede dormir bien.
Me quede en la cama con los ojos cerrados, para ver si podía otra vez encontrar el sueño. Pero, no. Era imposible.
Me levante y me fui al baño, como todos los días. Pero en vez de lavarme la cara y todo lo que viene detrás de él, me metí directo a la ducha y me bañe. Estaba completamente sudado.
09:00 am.
Después del baño que me di, me fui a desayunar.
Tome mi querido cereal de chocolate con leche fresca.
Mis padres ya se habían ido, hoy salieron un poco más temprano que ayer.
Prendí la radio, pero cambie el dial que mis padres escuchan. Busque algún programa hasta que encontré una radio en donde solo pasan música.
No tenía ganas de andar escuchando las noticias. Seguramente hablaban de lo que paso ayer. Matan a las personas con eso. Queman cerebros. Siguen y siguen sin parar. Pasa con todo.
Por eso preferí escuchar otra radio.

09:45 am.

Ya termine de desayunar y estaba preparado para ir a comprar algo para comer al mediodía.
Tome mis llaves, y me fui hacia el supermercado.
La mañana estaba perfecta. Con mucho calor, pero el cielo estaba celeste como el océano.
Algunos vecinos ya estaban levantados, regando la vereda.
Mientras iba avanzando mis vecinos me saludaban.
De pronto, recuerdo que iba a llamar a mi hermana para saber cómo esta. Entonces saco mi celular del bolsillo, la busco en lo contactos y la llamo.
El teléfono sonaba, pero no atendía. Corto y vuelvo a llamar.
De repente, ella me atiende.
                                  -. Hola, Lucrecia.- digo.
                                  -. Hola Maxi, ¿Cómo estás?. Iba a llamarlos hoy, para saber cómo están, después de todo esto que está pasando.- dijo mi hermana.
                                 -. Estamos bien por suerte. Tratando de no ver las noticias. Vuelven loca a la gente.- dije.
                                -. ¡¡¡jajajajaja!!!, yo también hago lo mismo. Avisa a mamá y a papá que voy a ir mañana a casa.-
                               -. Está bien, le voy a decir ni bien lleguen de trabajar.-
                               -. Bueno Maxi, corto porque estoy ocupada. Mañana nos vemos.- dijo mi hermana.
                              -. Dale un beso.- dije mientras cortaba.
Me quede pensando un momento en mi hermana, hasta que me di cuenta que estaba parado en la puerta del supermercado obstruyendo el camino de las personas que venían a comprar.
Ya estaba dentro del lugar. Había mucha gente. Todos hablaban al mismo tiempo, era una locura, parecían loros.
Comencé a caminar hacia el sector de congelados, donde iba a encontrar unas ricas hamburguesas para almorzar hoy.
Cuando llego a ese sector, había dos señoras mayores hablando. Estaban muy entretenidas charlando.
Yo tan solo miraba precios y miraba las marcas de las hamburguesas. Pero mi oído era más curioso. Entonces comenzó a escuchar.
Estaban hablando de lo que sucedía, hablaban del fin del mundo.
Por dentro pensé, toda la gente que no es de esta época, piensa que es algo del diablo o lo que fuere. Todo se relaciona con el señor de las tinieblas.
Seguían y seguían hablando.
Hasta que de pronto, me dice una de las dos:
                                      -.joven hoy habrá misa, vaya. Pida a dios que cuide a sus seres queridos y que lo proteja a usted de Lucifer.-
Yo me la quede mirando, no parpadeaba. No sabía que responderle. ¿Qué le puedo decir?.
Hasta que después de tantas cosas que se me cruzaron por la cabeza, dije:
                                   -. ¿a qué hora es señora?.-
                                   -. Es la última misa, a las 21:00 hs, lo vamos a estar esperando.- dijo, luego se dio vuelta y siguió hablando con la otra mujer.
Yo me quedé estupefacto, ¿por qué a mí?, me pregunte.
Pero no le di mucha importancia y seguí con mis compras aunque, si decidí a que hoy iba a ir a la iglesia.
11:30 hs.
Ya había llegado a mi casa. Estaba cansado. Aunque debo admitir, sigo pensando en lo que me dijo esa señora.
Seguramente mis padres no querrán saber nada en ir a la iglesia, pero yo sí. Me llama la atención el saber que dirán ahí adentro con todo esto que está sucediendo.
De pronto, mi estómago hace ruido. Llego el hambre. Voy a comer.
13:00hs
Termine de comer. Estoy súper lleno y me dieron ganas de dormir y eso es lo que haré.
Me levante, camine hasta mi cuarto, y me tire en mi cama, y tan solo cerré los ojos, sin pensar en nada.
16:30 hs.
Mis ojos están abiertos. El teléfono no paraba de sonar. Trate de despabilarme pero ese sonido no me dejo y tuve que levantarme. Fui hacia el teléfono y conteste.
                                   -. Hola. ¿Quién habla?.- dije.
                                  -. Soy yo Maxi, te quería avisar que ya estoy yendo para casa. Decidí ir hoy mejor. Llegare quizás para la cena, no le digas nada a mamá ni a papá. Quiero darles una sorpresa.- respondió mi querida hermana.
                                -. Muy bien te esperamos.- respondí, luego ella colgó.
16:50 hs.
Hacía mucho calor afuera. Decidí a cambiarme e ir a la pileta para refrescarme un poco.
Salí afuera y camine hacia el patio. Mientras lo hacía, podía ver las ventanas tapiadas de mi vecino. ¿Que estará pasando ahí adentro?, me pregunto. No se escuchaba ningún ruido. La casa estaba silenciosa.
Pero, de pronto, dejo de mirar. Seguro que deben estar mirándome como miro hacia su casa por las hendijas de las maderas.
Lo más importante ahora es refrescarme en la pileta.
17:35 hs.
Estaba acostado en la cama inflable que tenemos para la pileta. Miraba el cielo. Como buscando algo, alguna respuesta a todo lo que está pasando acá. Pero no, no encuentro respuesta.
El cielo estaba celeste, no había ninguna nube en él. Como aquel día, cuando se escuchó aquel sonido extraño.
17:45 hs.
Ya era hora de salirme de la pileta.
Tomo mi toalla y comienzo a secarme.
De pronto, siento que algo me pica la pierna derecha. Miro y tenía como una especie de mosca tomando de mi sangre. Con mi mano derecha la mato.
Un tábano, pensé.
Pero otra vez estaba sucediendo, como apareció ese, vino otro y otro y otro. Tenía muchos en mi cuerpo y me estaban picando, todos al mismo tiempo.
Trate de espantarlos con mi toalla, pero cuando espantaba algunos venían otros. Comencé a correr y lo primero que hice fue zambullirme en la pileta. Todos los que tenía estaban en el agua.
Me sumergí en el agua, todo mi cuerpo estaba picado y dolorido.
Ya no aguantaba la respiración, pero lo bueno es que estoy mojado, podre salir de la pileta y correr hacia el interior de mi casa. Debo tomar coraje o sacar mi cabeza del agua, tomar aire y volver a sumergirme.
Abrí los ojos debajo del agua y vi lo que pasaba, era una nube negra de esos insectos. Pero, ya no lograba aguantar. Debo salir del agua.
10,9,8,7,6,5,4,3,2,1. Estoy fuera de la pileta y ahora voy corriendo hacia el interior de mi casa. El ruido era insoportable, se podían escuchar a todos los insectos volando al mismo tiempo.
Mientras corría, sentía como me los chocaba no solo con la cara sino con el resto de mi cuerpo.
Podía escuchar gritos de personas que se mezclaban con el sonido de los insectos.
Pero, por suerte, lo logre. Llegue a la puerta. La abrí, entre. La cerré. Y me tire en el suelo. Respirando. Pensando, ¿cuándo se terminara esto?.
18:30 hs.
Las marcas de las picaduras ya se notaban en todo mi cuerpo. Tenía picaduras en la cara también. Dolían mucho.
De repente, suena el teléfono. Voy y contesto:
                                 -.hola.-
                                 -. Maxi, ¿estás bien?, soy mamá.-
                                 -. Si, justo estaba en la pileta. Me picaron algunos, pero estoy bien.- respondí.
                                -. Yo, ya Salí del trabajo, ya voy para casa. Ahora vamos con tu padre el también salió temprano.- dijo mi querida madre.
                               -. Está bien mama. Los estaré esperando.- dije luego colgué.
20:00 hs.
Ya habíamos cenado.
Yo estaba sentado en un sillón, al igual que mi padre.
Estábamos mirando la televisión. Mi padre tenía el poder del control, hacia zapping. No sabía que mirar.
Yo sabía que por dentro no quería saber nada de mirar el canal de las noticias, pero algo en su interior, le está diciendo que cambie hacia el canal de las noticias.
Creo que fueron segundos, hasta que cambio.
Vimos como siempre, gente hablando de lo que paso. La religión y todo eso. Oh, la religión. Esa palabra me hizo recordar que a las nueve de la noche, es decir en una hora tengo que ir a la misa que darán aquí en la iglesia. No quiero perdérmela.
Entonces es mejor levantarme e irme a dar una ducha rápido y salir hacia allá.
20:50 hs.
Ya estoy llegando a la iglesia y se puede ver mucha gente en la puerta. Se veían callados. Algunos miraban el cielo.
Me fui acercando lentamente. Muchos me miraban y saludan aunque no me conocieran.
Me quede parado a un costado, esperando a que abran las puertas.
De pronto, veo que se acerca una de las ancianas que estaban en el supermercado y me dice:
                                       -. ¡Viniste!, qué bueno. Dios te tendrá en cuenta en su reino.- sonrió y se fue caminado lentamente.
21:00 hs.
Se abrieron las puertas de la iglesia y la gente comenzó a entrar. Los que lo hicieron primero ya estaban sentados, ubicados cerca del altar.
Me senté. Y comencé a mirar a toda la gente. Algunos rezaban. Otros tan solo estaban esperando a que salga el cura y comience la misa.
De pronto, todos se ponen de pie y el cura como una estrella de rock sale y camina hacia al altar.
                                          -. Pueden sentarse.- dice, y toda la gente se sienta.
Todos lo miraban.
                                         -. Estamos aquí reunidos en la casa del señor, para hablar de lo que ustedes ya saben. El apocalipsis.-
Al decir esta última palabra algunos hacia la señal de la cruz y miraban hacia arriba.
El cura miro a todos y siguió:
                                          -. Todos vieron lo que sucedió hoy por la tarde. Una plaga más apareció, y, ¿Cuál fue?.- hizo una pausa.- la de los tábanos. Espero que estén preparados para la próxima que vendrá. Porque serán cada vez más grandes y la destrucción será mayor. Recen, no se dejen tentar por el demonio, él está haciendo todo esto, y ¿Por qué?. Ustedes están perdiendo la fe.
Luego de decir eso, todos comenzaron a rezar. Algunos se arrodillaban y lloraban. Otros tan solo se abrazaban y por lo bajo rezaban.
Se están volviendo locos, pensé.
Hasta que una mujer que estaba cerca mío, tomo mi mano muy fuerte y comenzó a rezar el padre nuestro. Me miro a los ojos con lágrimas y me dijo:
                                     -. Más cerca de él estés, más chances tendrás de salvarte del fin.-
Yo la mire. Me quedé estupefacto. Luego comencé a rezar. Recordaba el padre nuestro de cuando iba a catecismo.
Y así fue, caí en el reino de dios.
23:30 hs.
Ya estaba acostado en mi cama, mirando el techo. Pensaba en lo que sucedió y en lo bien que me sentí en la iglesia.
Me sentí protegido por dios. Mañana regresare.
Pero, escucho el timbre de mi casa. ¿Quién puede ser a esta hora?. Me levante y fui a abrir la puerta.
Y una vez que llego ahí veo que era mi hermana.
Abrí y ella entro y me abrazo:
                                        -. ¡Maxi!.- me dijo.
Llegaron mis padres y nos abrazamos todos juntos.
Mi madre lloraba y pronunciaba el nombre de mi hermana.

Estábamos todos juntos y dios fue el que hizo posible esto, lo sé. 

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