sábado, 24 de septiembre de 2011

LA VERDAD - Parte 1

Sergio se despertó desorientado después de tener una pesadilla horrible.
Estaba transpirado y temblaba. Se quedó algunos minutos en la cama, cuando se dio cuenta de que estaba completamente vestido.
Se destapo. Se levantó y camino hacia el switch de la luz para encenderla. No lograba entender como se había quedado dormido con toda la ropa de trabajo puesta.
Una vez que las luces estaban encendidas, se dio cuenta que su novia no estaba. La busco por toda la casa pero no había presencia de ella.
Sergio comenzó a pensar si tuvieron alguna especie de pelea anoche, pero nada había sucedido.
Fue hasta la cocina y se sirvió un vaso de agua. Se sentó y lo tomo. Comenzó a pensar en donde debe estar su querida amada.
El único lugar es la casa de su madre, en otro lugar no puede estar.
Miro el reloj. Marcaban las tres y dos minutos. Tomo su abrigo y se fue en busca de su novia.
Comenzó a caminar por la calle, él era el único que lo hacía. De vez en cuando, miraba para atrás para ver si venia alguien, pero no estaba completamente solo.
Se podía escuchar al viento llevarse las hojas que estaban tiradas en el piso, como si las estaría barriendo. Pero por otro lado, se armaban como una especie de remolinos y luego volvían a caer las hojas.
Los arboles estaban pelados con sus ramas desnudas, se movían como si fueran brazos y se podían escuchar como chocaban entre sí con el movimiento.
Se sentía perseguido todo el tiempo. Miraba para atrás a cada rato.
Camino unas cuantas cuadras acompañado con el viento, hasta que al fin llego a la casa de la madre de su novia.
Estaba todo oscuro, se podía ver desde la calle. Seguramente estaban todos durmiendo.
Pero a él no le importó, fue caminando hacia la puerta y una vez que estaba enfrente de ella, golpeo.
Se quedó esperando, pero nadie respondía. Lo hizo nuevamente, y el resultado fue el mismo.
Se alejó de la puerta y miro la ventana que era del viejo cuarto en donde dormía su novia, luego grito:
                      -.¡¡¡Beatriz!!!.-
Pero nadie respondió. De pronto, escucha unos pasos que se acercaban al portón.
Entonces Sergio camino hacia él, pero no era su novia, sino el perro de ella.
El animal lo miro a Sergio y le movió la cola. El se acercó al perro y lo acaricio. Luego el animal se fue caminando.
Él se quedó varios minutos mirando, si alguien iba a atenderlo, pero parecía que nadie lo había escuchado. Solo el perro fue el único que lo vio.
No le quedó otro remedio que volver a la casa caminando como vino.
Iba caminando muy lentamente por la calle pensando que fue lo que hizo que ella se vaya.
Hizo unas cuantas cuadras, hasta que de pronto, vio una sombra. Era una persona y estaba fumado, se podía ver porque iluminaba su cara.
En ese momento, al ver a esa persona ahí parada, le dio miedo pasar por ahí, pero no le quedaba otro remedio. Tenía que tomar coraje y hacerlo.
Iba caminando muy atento. Mirando a aquella persona.

No hay comentarios:

Publicar un comentario