lunes, 20 de mayo de 2013

SUBESSE IN TENEBRIS


        SUBESSE IN TENEBRIS
(EL RESURGIR DE LAS TINIEBLAS).
PARTE 2.
                       Capítulo 6.
En Europa, el invierno está golpeando como nunca lo hizo.
Principalmente en Austria, se encuentran gloria, Sara y el pequeño zabut.
                       -. ¡Sara!, ya está lista la cena.- dijo Gloria.
Al escuchar esto, la pequeña Sara vino con su niño y se sentó para comenzar a comer.
                    -.¿cómo estás?.- le pregunto Gloria.
                   -. Bien, contenta del hijo que tengo.- respondió Sara.
                   -. Estoy muy orgullosa de ti.- dijo Gloria.
                  -. Y yo, estoy muy feliz de estar con usted.- dijo Sara.
Gloria, al escuchar estas palabras sonrió. Las dos estaban contentas de estar juntas.
                -. Bueno. Ahora come; que si no se te va enfriar la comida. ¿Quieres que te tenga al pequeño zabut, así comes tranquila?.- dijo Gloria.
             -. Bueno, ya casi está dormido, el pequeño.- respondió Sara.
Gloria, tomo al pequeño y se lo llevo a la sala de estar, ya que tenía un hogar y estaba encendido para calentar la casa.
Hizo unos pasos, y se sentó en un gran sillón que había ahí. Luego, dijo:
                   -. Domine, ecce adsum.-
En ese instante, él bebe abre sus ojos. Los cuales, no eran del color normal que tenía, ahora sus ojos eran rojos como el fuego del hogar.
                 -. Tempus erat voca me.- respondió.
Era el mismísimo belcebú, quien hablaba.
             -.omnia bene.- dijo gloria, que ahora es Astaroth.
            -.queritur, socer ait homo dei ubi es.- dijo Belcebú.
        -.magna civitas a nobis nunquam potest.- respondió Astaroth.
      -. Cura tibi vir dei.- dijo belcebú.
     -. Lucifer ut laoreet scito omnia.- dijo con una sonrisa Astaroth.
De pronto, se escuchan unos pasos. Era Sara, y le pregunta a Gloria:
       -. ¿Con quién hablabas?.-
       -. Con Zabut.- respondió Gloria.
      -. Aquí había alguien más.- dijo Sara.
      -. Quizas fue tu imaginación.- le dijo Gloria sonriendo.
Lo única que hizo Sara, fue suspirar y decir:
      -. Puede ser, ¿Zabut está dormido ya?.-
   -. Si, ¿quieres llevarlo a su corral?.- pregunto Gloria.
Al escuchar esto, Sara fue hacia Gloria y tomo a el pequeño y se lo llevo.
Una vez que dejo al bebe en su corral. La pequeña Sara se acostó en su cama.
Mirando, el techo, comenzó a recordar todo lo que había pasado hace unos largos meses atrás.
Cayeron algunas lágrimas de sus ojos, que recorrieron sus mejillas. Se las seco. Y siguió pensando.
Pensaba en su padre, en cómo estará. A pesar, de que la violo muchas veces, y la golpeo, ella lo amaba. Era su padre.
Estuvo un buen rato pensando, hasta que sus ojos se fueron cerrando lentamente.
De pronto, comenzó a escuchar el canto de unos pájaros, que jamás en su vida escucho.
Entonces fue ahí cuando abrió sus ojos, y vio nuevamente, que estaba en aquel castillo, donde había visto a su padre golpeado.
No podía entender como había llegado ahí, ella sabía quién estaba ahí. Sabia de quien era ese castillo. Era de Lucifer.
Levanto su cabeza, y vio que no había nadie en el cuarto, miro a su alrededor y se dio cuenta que no era el mismo cuarto en donde estuvo las primeras veces. Este era diferente.
Tenía una gran cama, una puerta que por lo que se podía ver era de hierro. También había un gran ventanal, por donde se podía ver todo el campo, era perfecto el paisaje.
Se quedó observándolo unos minutos, hasta que decidió salir de ese lugar.
Abrió la puerta, primero asomo la cabeza. No había nadie en el pasillo.
Entonces al ver que no había ni un alma comenzó a caminar por él.
No se escuchaba ni un ruido ni una voz.
Pero de pronto, se escuchaba como un murmullo que venía de la dirección hacia donde ella caminaba. Cada vez era más fuerte.
Hasta que se dio cuenta que había muchísimas voces, todas hablando al mismo tiempo, gritando.
Entonces, ella apuro su paso hasta salir a un gran patio que había en el lugar.
Pudo ver a muchísima gente, campesinos que trabajaban y que eran siervos de Lucifer.
Todos estaban mirando y gritando hacia un lugar, pero ella no podía ver, que era a lo que le estaban gritando.
Solo podía escuchar que la gente decía; mátenlo, mátenlo, merece la muerte.
Entonces, decidió meterse entre la gente para saber a quién le gritaban. Iba avanzando entre la gente.
Hasta que al fin llego a estar delante de toda la multitud.
Lo único que hacía, era mirar a los ciudadanos de este oscuro reino.
Sus caras estaban transformadas en odio. En furia.
De pronto, ve que suben a una persona, con su cabeza tapada con una capucha negra, al igual como cuando vio a su padre.
Lo pararon enfrente de la multitud, y toda la gente comenzaba a acercarse al encapuchado y comenzaron a escupirlo, a insultarlo. Deseaban su muerte.
De pronto, se acerca aquel hombre que invadió los sueños de la pequeña. Era Lucifer.
La gente, al verlo, comenzaron a aplaudirlo, enloquecidos. Era el rey del lugar.
Una vez enfrente de todos, Lucifer hizo un gesto con sus manos para que todos se calmen y dejen de gritar.
                -. Muy bien gente del infierno, quiero informarles que aquí está el invasor, el hombre que penetro este lugar, y que por suerte, gracias a los guardias de este reino, él está aquí para ser ejecutado.- dijo Lucifer.
La gente, al escuchar estas últimas palabras, comenzaron a gritar y a aplaudir.
                    -. Y esto lo hacemos, para que aquellos invasores, se den cuenta que con este reino nadie puede. Y yo, Lucifer, les aseguro que allá arriba lo verán.- Dijo con un tono de enojado.
El pueblo, más loco se volvió. Lo aplaudían, algunos arrojaban rosas. Como si fuese una especie de torero en el momento en que mata al toro.
Se mostraba victorioso, o mejor dicho, poderoso.
                 -. A descubriremos su cara, para que sus hijos vean, quien es, este invasor. Que vino a nuestro reino a meter su nariz, que se infiltro para husmear, nuestro plan para gobernar la nueva tierra.- dijo nuevamente Lucifer.
La gente, se mostraba feliz al escuchar lo que decía.
Luego, Lucifer se acercó al encapuchado, y puso su mano sobre la capucha.
                -. Muy bien, vean todos y no olviden su rostro, este es el invasor.- dijo a los gritos Lucifer.
Pero, cuando le saco la capucha a esa persona, que estaba ahí parada delante de todo el reino, Sara se despertó.
Al lado de ella, estaba Gloria que le pregunto:
                  -. ¿Qué sucede Sara?.-
                 -. Nada, solo una pesadilla.- respondió la pequeña.
                 -. ¿Qué era lo que soñabas?.- pregunto Gloria.
               -. Nada, solo cosas.- respondió la pequeña.
              -. No eran solo cosas, estabas a los gritos.- dijo Gloria.
            -. Cosas que me pasaban cuando estaba viviendo con mi padre.- dijo Sara.
Gloria, la miro. Pero, no le dijo nada.
Se levantó de la cama, y camino hacia la puerta de la habitación, y antes de salir le dijo Sara:
         -. El desayuno está preparado.-
Luego salió.
Mientras que la pequeña Sara, se quedó pensando en todo lo que vio y escucho en el reino del Infierno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario